Retinopatía diabética
"Los daños oculares producidos por la diabetes son una de las principales causas de ceguera en el mundo".
DR. ALFREDO GARCÍA LAYANA
DIRECTOR. DEPARTAMENTO DE OFTALMOLOGÍA
¿Qué es la retinopatía diabética?
La retina es la capa del fondo del ojo que recibe los estímulos luminosos y percibe las imágenes que serán enviadas a nuestro cerebro. Al igual que en el resto de complicaciones crónicas de la diabetes mellitus, la presencia de niveles elevados de glucosa en sangre durante muchos años, produce alteraciones en los vasos sanguíneos de la retina que originan daño en este importante tejido ocular.
Dichas alteraciones vasculares dificultan el aporte de oxígeno a la retina, en la cual se producen microaneurismas, hemorragias, así como fuga de lípidos y proteínas desde el interior de los capilares dañados. Esto ocurre fundamentalmente cuando la diabetes no se controla correctamente y recibe el nombre de retinopatía diabética.
Estos cambios son progresivos y la falta de oxigenación de la retina estimula el crecimiento de más vasos que intentan suplir el déficit de aporte sanguíneo. La aparición de estos nuevos vasos (fase denominada retinopatía diabética proliferante) puede producir daños irreversibles en la retina.
Por otra parte, el daño en los capilares de la parte central de la retina, la mácula, puede producir una fuga de líquido hacia el tejido de la retina (edema macular diabético) que conduce a disminución importante de la visión del paciente.
Por lo tanto, la clave del manejo de la retinopatía diabética es un diagnóstico precoz, ya que el tratamiento es efectivo en las fases iniciales, pudiendo prevenirse complicaciones importantes. Por este motivo, las revisiones periódicas son fundamentales.
¿Cuáles son los síntomas de la retinopatía diabética?
Los cambios que se producen en la retinopatía diabética no suelen afectar inicialmente a la porción central de la retina (la mácula) y, por ello, no se traducen en una disminución de la agudeza visual, pasando inadvertidos para el paciente.
Por el contrario, en los casos en los que se desarrolla edema macular, el paciente experimenta una importante disminución de la visión, así como distorsión de las imágenes.
La retinopatía diabética puede evolucionar durante años sin que su portador la detecte, e incluso, estar presente en el momento del diagnóstico de diabetes. Es por ello que un seguimiento reglado especializado es la única forma de detectar y tratar precozmente sus complicaciones.
Los síntomas más habituales son:
- Asintomático en estadios iniciales.
- Disminución de la agudeza visual.
- Distorsión de las imágenes.
- Ceguera.
¿Tiene alguno de estos síntomas?
Puede que presente una retinopatía diabética
¿Cómo se diagnostica la retinopatía diabética?
El diagnóstico de la retinopatía diabética se realiza al detectar las alteraciones retinianas características en un examen de fondo de ojo.
En algunos casos es necesario visualizar los vasos sanguíneos mediante la prueba denominada angiografía fluoresceínica.
Para la evaluación del edema macular, es fundamental el empleo de la tomografía óptica de coherencia (OCT), la cual permite analizar las distintas capas de la retina y detectar la presencia de edema de forma precoz, incluso antes de que aparezcan signos en la exploración o que el paciente experimente alteraciones visuales, siendo el médico oftalmólogo el profesional que debe analizar todas estas exploraciones.
¿Cómo se trata la retinopatía diabética?
En fases iniciales, la mejor forma de evitar la progresión de la retinopatía diabética es asegurar un adecuado control de la diabetes.
Cuando se detecta la presencia de proliferación de nuevos vasos en la retina, el tratamiento consiste en la aplicación de un tratamiento con láser conocido como panfotocoagulación. En los últimos años se han desarrollado nuevas modalidades de aplicación con fuentes de láser más seguras y eficaces.
El tratamiento del edema macular se realiza mediante el uso de fármacos antiangiogénicos y corticoides intraoculares, los cuales bloquean la acción de los principales factores bioquímicos responsables de la fuga de líquido.
Las complicaciones como el desprendimiento de retina, el glaucoma y las hemorragias intraoculares, suelen requerir un tratamiento quirúrgico para su resolución.
¿Dónde la tratamos?
EN NAVARRA Y MADRID
El Departamento de Oftalmología
de la Clínica Universidad de Navarra
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