Osteosarcoma
Historia de Esteban

Con 14 años, le diagnosticaron un osteosarcoma en
una pierna y viajó a la Clínica para que le practicaran
una cirugía conservadora de la extremidad.

Un día en la escuela en su país natal, Colombia, mientras realizaba una actividad física con el resto de sus compañeros, tras un salto, Esteban Sepúlveda se fracturó la pierna izquierda. No era un salto difícil, ni cayó mal, sin embargo, su pierna falló.

Al llegar al hospital, tras las primeras exploraciones, le derivaron a otro centro especializado en Oncología, donde confirmaron la presencia de un osteosarcoma. El volumen del tumor y la fractura del fémur que este le había provocado, llevó a los médicos de su país a recomendarle la amputación de su pierna.

Esteban tenía 14 años. Su deseo por volver a caminar llevó a su familia a buscar una segunda opinión. Así, gracias a un familiar, conoció la Clínica Universidad de Navarra, donde fue intervenido en octubre de 2019. Ocho meses después, tras la intervención quirúrgica y las sesiones de quimioterapia posteriores, Esteban terminó su tratamiento, consiguió conservar su pierna y ha logrado superar el cáncer.

¿Cómo te enteraste de lo que ocurría?
Era 4 de junio cuando me fracturé la pierna. Unos días antes ya sentí un dolor ahí pero no sabía qué era. Esa semana tenía una actividad en la escuela, yo estudiaba en un colegio militar en Colombia y esa mañana teníamos que correr y saltar un obstáculo grande. Entonces, cuando fui a apoyar la pierna izquierda, me la fracturé. Me caí y fue cuando me llevaron al hospital, pero al verme me tuvieron que remitir a otro centro para hacer más estudios. Fue allí donde me hicieron una biopsia y determinaron que era un tumor.

¿Cómo lo viviste?
Al principio, cuando me dieron la noticia de que tenía cáncer sí me aterró un poco, porque nunca imaginé en mi vida que llegaría a tener esta enfermedad. Yo era un chico muy sano, todos los días en un colegio militar con un régimen muy estricto, salía a hacer deporte en las tardes... de primeras sí quedé un poco frustrado, pero seguí con ánimo.

¿Qué pasos a seguir te indicaron?
Comencé con mi tratamiento de quimioterapia por cuatro meses, necesité cuatro sesiones de quimioterapia mientras seguí con la pierna fracturada. En la cuarta quimioterapia me volvieron a hacer todos los exámenes para ver si podían hacerme la cirugía y corregirme la fractura y quitarme el tumor. Sin embargo, vieron que el tumor no se había desvanecido, que estaba igual. Entonces dijeron que me tenían que amputar la pierna. Mi familia se dio cuenta que era un opción que yo no quería y buscó otras alternativas.

Entonces, fue cuando conocisteis la Clínica.
Mi tío buscó en internet y encontró que en la Clínica Universidad de Navarra hacían salvamientos de la extremidad. Cuando en Colombia nos dijeron definitivamente que me iban a amputar la pierna, averiguamos de qué manera podíamos tener una cita. Hablamos con una primera que vivía en Madrid y se vino hasta Pamplona para tener la cita.

¿Por vídeollamada?
Sí, así conocimos al Dr. Mikel San Julián. El doctor vio por vídeo mi pierna, revisó los exámenes que habíamos mandado desde Colombia y vio que sí me podía hacer el salvamiento de extremidad. Además, nos dijo que había un 90% de probabilidades de supervivencia, mientras que en Colombia me daban un 30 o 40% de vida amputándome la pierna.

¿Cómo fue el viaje hasta España?
La verdad, nosotros no teníamos dinero para viajar. Pero, gracias a la ayuda de amigos, familiares e, incluso, de gente que no conocíamos pudimos conseguirlo. Comenzamos a hacer vídeos, donaciones, ayudatones’ y con todo ello recaudamos el total para venir hasta acá. Y, en la Clínica, pudimos entrar en el programa de Niños contra el Cáncer, que nos han ayudado a costear todo el tratamiento.

¿Cómo ha sido el tratamiento?
El 17 de octubre llegamos a Pamplona. Tuve la cita con el Dr. San Julián y me revisó la pierna. Me dijo que antes de la operación iban a darme quimioterapia intraaerterial e intravenosa y, a la tercera sesión, me hicieron la cirugía el 19 de diciembre. Fueron 8 horas de intervención, pero el doctor dijo que había sido un éxito.

¿Y la recuperación?
Al principio el doctor me dijo que tenía que ir haciendo mucha terapia y ejercicios para la pierna si no quería volver a tener que pasar por un quirófano. Así que los he ido haciendo para poder hacer las cosas que me gustan. Además, he seguido el ciclo de quimioterapias hasta finalizar el tratamiento.

Al final, has podido evitar la amputación.
Ha sido un cambio que me ha dado mucha alegría. Saber que en mi país me iban a amputar la pierna y después saber que todavía había posibilidades de poder salvarla. Ahora he vuelto a caminar, que no lo había hecho durante casi 8 meses, y me encuentro muy bien. Todavía me quedan controles y la rehabilitación, pero estoy muy agradecido a todos los médicos, a los Dres. Julián, Panizo y Catalán, y a todos los que me han apoyado todo este tiempo.

“Como mamá, se me fue el alma en ese quirófano”

Todo un viaje y experiencia que Esteban ha vivido junto a sus padres, Jon y Carolina Gavanzo, quien han estado a su lado durante todo el proceso. “La verdad es que ese 4 de junio, cuando nos dimos cuenta de lo que estaba pasando, estábamos un poco asustados. Pero lo asimilados de una manera muy tranquila y positiva. Tratamos de darle esa buena energía a Esteban y demostrarle que podíamos salir adelante y que, si muchas personas lo han logrado, él también podía salir victorioso de esta situación”, reconoce Carolina.

Uno de los momentos más difíciles fue cuando los médicos les indicaron la necesidad de la amputación. “Esteban fue un niño muy fuerte y nosotros, viendo su edad, pues ya tenía 14 años, pensamos que él tenía derecho a tomar sus propias decisiones. Él dijo que no aceptaba amputar su pierna. Nosotros pensábamos mucho en sus sueños, en lo que él quería hacer y todo lo que quería vivir, y la verdad, yo me negué también”.

“Han sido momentos de dificultad ver a Esteban no caminar, verle en una silla de ruedas no era fácil. Le tratábamos de dar la mejor energía. Ya cuando fue la cirugía, sinceramente como mamá, a mí se me fue el alma en ese quirófano. Yo le dije a Esteban que en la vida nada es fácil pero que hay que luchar para lograr los éxitos. Y verle de nuevo caminando ha sido una satisfacción inmensa, es difícil de explicar, es una felicidad inmensa.

Fue algo muy satisfactorio ver la recuperación de Esteban y saber que existe esta Clínica que da la garantía a Esteban y a muchos niños de salvar su extremidad y retomar su vida con normalidad”.

“Estamos muy agradecidos con todos los que nos han ayudado en este camino. La Clínica ha sido muy buena, todos, con Esteban y con nosotros como padres”, concluye Carolina.