Familias ‘sanas’, trampolín de salud mental

Cuatro psiquiatras y una psicóloga de la Clínica especializados en niños, adolescentes, jóvenes, matrimonios y mayores, nos ayudan a encender la luz de nuestras casas para que sean hogares alegres que estimulen personalidades preparadas frente a las dificultades de la vida.

De izq. a Dcha., el Dr. Cano, la Dra. Laspra, el Dr. Aubá, la Dra. De Castro y el Dr. Pla, del Departamento de Psicología y Psicología Clínica. 

4 de octubre de 2024

Según el último Informe del Sistema Nacional de Salud publicado por el Ministerio de Sanidad, el 34% de los españoles padece algún problema de salud mental. En el caso de las personas de entre 50 y 85 años, esa tasa se eleva hasta el 40%. Y, a partir de los 85 años, la prevalencia se desata hasta el 50%. 

En las historias clínicas de adultos registradas en los centros de salud del país, destacan llamativamente los trastornos de ansiedad y la depresión. Entre pacientes infantiles y juveniles, también sobreabunda la ansiedad, pero los trastornos de aprendizaje y los relacionados con las adicciones escalan peligrosamente. 
¿Qué nos pasa? Responder a esa pregunta no es fácil, porque los factores biológicos, psicológicos y sociales que nos afectan negativamente son muy diversos y dependen de muchas circunstancias. 

¿Cómo podemos afrontar esta pandemia desde nuestras casas? Cuatro psiquiatras y una psicóloga de la Clínica Universidad de Navarra nos ayudan a mirar a nuestras familias para ver qué agentes tóxicos pueden dificultar la salud mental y para reflexionar sobre, hasta qué punto, el clima del hogar puede ser una ventana de aire fresco para prevenir o afrontar tendencias, trastornos o enfermedades graves que llaman a nuestra puerta con vehemencia en este momento de la historia. 

1. La familia

La Dra. Carmen Laspra es psicóloga clínica con dedicación preferencial a adultos. Por su consulta pasan muchas historias reales, cada una con sus peculiaridades y sus matices. Aunque del conjunto, es capaz de sacar algunas conclusiones. Por ejemplo: aumentan las patologías psiquiátricas y psicológicas, y muchas de ellas se pueden prevenir en el hogar, “pero vivir a toda prisa no invita a pararse, a hablar, a comunicarse dentro de la familia”.

Ilustración familias móvoñesEn su opinión, la vertiginosidad tiene mucho que ver con el vértigo al que se enfrentan bastantes familias. Stop. “Cuando una persona quiere, saca tiempo. Y el tiempo tranquilo de vida en familia es muy importante para cuidar nuestra salud mental. Urge invertir más en convivencia y en comunicación intrafamiliar, y menos en consumo de pantallas, que son muros que nos separan más de la cuenta”.

Ojos abiertos y oídos atentos bajo techo. “Nadie nos enseña a sacar adelante una familia, pero es importante que asumamos desde el principio que la   familia perfecta no existe. Ayuda mucho la disposición general de una casa de aceptarse cada uno como es, y favorecer valores estructurales que nos permitan afrontar los problemas sin convertir las dificultades normales en causas de enfermedad”. 
Sobre los estilos familiares, la Dra. Laspra resalta una evidencia clínica: los estilos rígidos y los excesivamente permisivos tienen sus consecuencias en los hijos. Aun así, “las familias nunca son culpables de una enfermedad mental, sino parte de la solución. Su implicación es clave en la eficacia y evolución del tratamiento”. 

Ante la realidad de esta pandemia, la psicóloga expone un pero que avalan también los psiquiatras: “Como sociedad, debemos seguir avanzando para desestigmatizar las enfermedades mentales, y también hay que frenar la tendencia a psiquiatrizar o psicologizar cualquier conducta. Los psiquiatras y los psicólogos estamos para atender a las personas que realmente lo necesitan. Una pérdida, un duelo, un problema o una crisis económica no tienen por qué derivar en una consulta médica. Merece la pena fortalecer la personalidad para evitar que las frustraciones sean factores de riesgo mental”. 

Subraya además la Dra. Laspra la importancia de que las casas sean lugares libres de prejuicios emocionales. “La validación de cada uno de los miembros de la familia es importante para crecer sanos”. 

2. Niños y adolescentes

La Dra. Pilar de Castro es psiquiatra y dedica gran parte de su agenda médica e investigadora al abordaje de trastornos psiquiátricos complejos en niños, adolescentes y adultos jóvenes, poniendo el foco en la detección precoz.

Su mapa de prevalencia está claro: las patologías más comunes entre menores de 18 años son el TDAH –“un trastorno que afecta al 5-8%, pero que si se trata a tiempo puede curarse evitando complicaciones”–; la depresión y la ansiedad; la adicción a las redes sociales, a los videojuegos, a la pornografía o a la marihuana; y los trastornos alimentarios.

Sobre el TDAH, cuyas consecuencias se notan especialmente en las casas y los colegios, explica que repercute sobre la capacidad de autocontrol y de regular las emociones. Los niños y adolescentes que lo padecen “muchas veces quieren hacer las cosas bien, pero no lo consiguen y se frustran con facilidad. Ante tanta corrección externa, en bastantes casos desarrollan una actitud defensiva, ya que consideran un ataque cualquier comentario de la autoridad”. “La buena noticia es que, si se tratan a tiempo, tienen solución”, destaca la doctora.

La depresión y la ansiedad “suelen ser más comunes en el seno de familias sobreprotectoras que no han sabido poner límites a los hijos por miedo a hacerles sufrir o a frustrarles, y también en familias desestructuradas e inestables. La vida conlleva límites y dificultades, a la vez que oportunidades. Tolerar la frustración facilita la adaptación a la realidad. Hay límites que son buenos, porque nos protegen. Otros, que nacen del miedo, nos empequeñecen e impiden sacar lo mejor de nosotros mismos. Esos son los que necesitamos superar con el apoyo de quienes nos quieren”. 

Impulsar en nuestros hogares una vida ordenada, donde quepan espacios de juego y disfrute en familia o con amigos, y momentos de trabajo que inviten a entrenar desde pequeños la capacidad de concentración, de atención y de reflexión, son cuestiones que previenen conductas insanas”.

La Dra. De Castro propone también educar a los hijos “en el marco del cariño y del acompañamiento en la aceptación de emociones, tanto positivas como negativas, para que aprendan a gestionar la tristeza, la rabia o las frustraciones”.

Autocontrol. Autoestima. Autoconfianza. Autosuperación. Que los más pequeños cuenten con herramientas para aceptar las cosas como son, afrontar lo que viven, que crezcan con seguridad, que les ilusione mejorar y progresar sin cansarse a la primera. Que ajusten sus expectativas a la realidad. Y que vean que la luz de sus casas está siempre encendida, que es el mejor lugar para vivir y por eso desean volver cuando están fuera: “En una casa donde reina la alegría se comparten también inquietudes, dificultades, emociones, tiempo, cosas y proyectos”.

La doctora invita a las familias a contar con una despensa de valores “como la alegría, la paciencia, la confianza y la comprensión que siempre tira para arriba”. Y a fomentar en los hijos la capacidad de agradecer y valorar lo que tienen, de darse a los demás y de trascender, “porque educar en el ser les hace más fuertes que el tener”.

3. Jóvenes

El Dr. Enrique Aubá es psiquiatra con dedicación preferencial a las personas con patología psicosomática y trastornos somatomorfos. Entre otras líneas de trabajo, coordina el proyecto Salud y Bienestar, que forma parte de la Estrategia 2025 de la Universidad de Navarra. Por eso es un referente para saber cómo viven la pandemia de salud mental los jóvenes, particularmente los universitarios.
Su análisis es contundente: “Constatamos que los estudiantes llegan ahora a la universidad con mayor desregulación emocional, más psicopatología, más trastornos y más malestar. Algunos alumnos vienen con trastornos psiquiátricos diagnosticados, especialmente depresivos, de ansiedad, de conducta alimentaria, de control de impulsos o adictivos. Cada vez es más frecuente ver estudiantes que han tenido ideaciones suicidas o padecen conductas autolesivas”. 

Destaca el Dr. Aubá que “el 80% de los trastornos mentales en universitarios han empezado a desarrollarse en torno a los 16 años, mientras muchos de ellos seguían viviendo en casa. La desestructuración de las familias está teniendo consecuencias muy importantes en la salud mental de los jóvenes”.

Según el doctor, “las separaciones de los padres, aunque se lleven bien, y la proliferación de estilos educativos relacionados con la intolerancia ante la frustración están afectando bastante. Los límites firmes son positivos”. Observa, además, que muchos universitarios aducen “carencias afectivas” durante su infancia y primera juventud, que se expresan en un mayor riesgo de vulnerabilidad mental.

Ilustración deporte y salud mental

En esta etapa de la vida, los datos y la experiencia en consulta avalan también el crecimiento de las adicciones “mediadas por la tecnología, cuyas consecuencias se incrementan desde que se universalizaron los smartphones, en torno a 2010”. Del abuso de los móviles y de las redes sociales, subraya el doctor, se deriva también el aumento del consumo de pornografía, el incremento de la dependencia emocional o la repercusión de la homogeneización de los contenidos y la estandarización pública de personalidades, “con el impacto que eso tiene sobre la definición de la propia identidad a estas edades”. 

El Dr. Aubá recomienda a los universitarios implicarse en “su crecimiento personal para adaptarse mejor a las dificultades propias de la vida”, tener más “aficiones, ilusiones y proyectos, que generan una gran satisfacción emocional, sobre todo si son compartidos”. A los padres, los anima a entender pronto que “parte de una buena educación de los hijos es ayudarles a que sean autónomos”. 

4. Padres

El Dr. Adrián Cano es el codirector del Departamento de Psiquiatría de la Clínica y entre sus especialidades destaca el tratamiento de las consecuencias de la patología mental en la dinámica conyugal y familiar desde la Unidad de Diagnóstico y Terapia Familiar, que cuenta con más de 20 años de experiencia y toda la investigación de un equipo compuesto por psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales y enfermeras.

Por su consulta, tanto en Pamplona como en Madrid, pasan muchos matrimonios y familias en crisis, también sin relación con patologías mentales. Su conclusión es esperanzadora: “El cambio es posible cuando las partes están implicadas y hay voluntad de mejora”.

Según un estudio del Observatorio Demográfico CEU publicado en 2024, más del 50% de los matrimonios se acaban separando en España. Las tensiones, los problemas y las dificultades de una pareja son evidentes. Y también lo son las tensiones, los problemas y las dificultades que implican sacar una familia adelante. Para hacer frente a esa realidad, que trasciende nuestra época, algunos esposos necesitan, a veces, ayuda médica o psicológica. 

La buena relación de los padres tiene muchas consecuencias sobre su propia felicidad y sobre la salud mental de los hijos. Por eso, los especialistas recomiendan que la pareja priorice en sus rutinas diarias la comunicación con objetividad, la validación emocional y la salud de los hábitos domésticos y de la dinámica familiar. 

“Con un abordaje integral de la persona se pueden proponer intervenciones que recuperen la salud del matrimonio y de la familia, sobre todo cuando hay enfermedades mentales que agudizan el conflicto”, señala el Dr. Cano. “Nuestra experiencia –concluye– es que más del 75% de las familias y matrimonios que confían en la Unidad de Diagnóstico y Terapia Familiar mejoran su situación personal, conyugal o familiar. La terapia no es dar la llave definitiva para nada, sino acompañar a los pacientes a descubrir qué situaciones se dan en su vida, por qué y cómo manejarlas de la manera más adecuada posible”. 

5. Mayores

El Dr. Jorge Pla es psiquiatra y está especializado en pacientes mayores, donde las tasas de problemas de salud mental están disparadas: un 15% de depresión, un 10-12% de trastornos de ansiedad y un 50% de casos sin diagnosticar entre personas de más de 60 años. 

Entre los factores de riesgos más destacados para desarrollar patologías de este estilo entre personas mayores, el especialista destaca “la soledad, el aislamiento, la inseguridad en las acciones vitales habituales ante las dificultades físicas o posibles deterioros, la pérdida de estatus social desde la jubilación, la distancia con la familia, la pérdida de amigos o el creciente sedentarismo”. Según el Dr. Pla, aumenta el número de personas mayores con depresión o ansiedad derivadas de la separación de sus hijos, o del alejamiento de los nietos. 

Soledad y salud mentalEn la consulta, el especialista ve cómo avanzan en el tratamiento “las personas con ganas de mejorar, porque cambiar es posible a cualquier edad”. Además, recomienda a los más mayores unas rutinas que les ayuden a convertir en primavera los últimos años de sus vidas: “Valorar todo lo positivo que han vivido, que es un factor protector contra la depresión; disfrutar viendo las fotos familiares del pasado, perdonar, dejarse acompañar, aunque cueste; hacer ejercicio físico y cuidar la calidad del sueño”. 

El Dr. Pla destaca que “en España todavía se cuida en las familias al 85% de las personas mayores. Es un buen dato. Además, contamos con un modelo residencial de calidad. Pero es muy importante que toda la sociedad aprenda a valorar mejor a las personas mayores y a atenderlas adecuadamente, entre otras cosas, porque su experiencia, sus vivencias y sus valores son de gran ayuda para toda la familia”. 

TDAH en adultos y tensiones de pareja

El Dr. Adrián Cano también es especialista en TDAH en adultos, una patología que afecta a un 5% de la población española de más de 18 años. Saber que se padece es importante para evitar muchas crisis de pareja y otras tensiones familiares.

Como explica, este trastorno conlleva “una alteración del comportamiento que puede dificultar la convivencia o generar frecuentes disputas, sobre todo si no está bien diagnosticada. Es una realidad que llena de preguntas y de incertidumbre al otro cónyuge: ¿Por qué mi mujer tiene tan desordenado el armario? ¿Por qué mi marido se deja siempre la puerta abierta? ¿Por qué se olvida de recoger al niño del colegio y me tienen que llamar cada dos por tres? ¿Por qué pierde las cosas? Todas esas respuestas pueden reflejar síntomas de inatención”. 

 “Y también están las cuestiones que apuntan a síntomas impulsivos –subraya–. ¿Por qué no me deja hablar? ¿Por qué quiere tener siempre la razón? ¿Por qué le echan del trabajo con frecuencia? ¿Por qué le cuesta tanto levantarse por las mañanas? ¿Por qué deja todo a medias?”.

Como detalla el doctor, estos interrogantes pueden generar un distanciamiento en la pareja y, sin embargo, “a veces son consecuencias de un trastorno que mejora con la medicación sin necesidad de influir negativamente en la salud de una pareja o de una casa”.

Nuevo número de Noticias.CUN

Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre, la revista de la Clínica se une a la voz común de la sociedad para poner en valor la importancia del cuidado de este aspecto y cómo la familia puede ser un punto de partida para iniciar un camino saludable. Este reportaje abre el nuevo número de Noticias.CUN, en el que los lectores se encontrarán con otras entrevistas y reportajes relacionados con la salud. Entre otras cuestiones, se aborda la importancia de envejecer en condiciones saludables, las cirugías de vanguardia que se hacen en este hospital para luchar contra el dolor e historias de superación relacionadas con la enfermedad, como la de Susana Pérez, protagonista de la campaña de prevención del cáncer de mama de la Clínica este año.