Los implantes auditivos son una técnica madura y eficaz frente a la pérdida de audición, especialmente en niños 

El Programa de Implantes Cocleares de la Clínica Universidad de Navarra cumple 35 años y acumula una experiencia de 1300 pacientes atendidos con un alto índice de satisfacción 

Infografía de la colocación de un implante coclear. Autor: Mikel Rodríguez. 

26 de agosto de 2024

Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que, en España, hay más de 1 230 000 personas mayores de 5 años con discapacidad auditiva de diferentes grados y tipos. La Clínica Universidad de Navarra ha atendido durante más de tres décadas a más de 1300 pacientes de los que aproximadamente la mitad son niños. Según el Dr. Manuel Manrique, director del Departamento de Otorrinolaringología, “aunque la mayor parte de las personas con hipoacusias severo-profundas podrían recibir el implante coclear, hay casos en los que están contraindicados como, por ejemplo, si la persona carece de nervio auditivo o de motivación para adaptarse a estos dispositivos”.

Este especialista explica que “las pérdidas de audición generadas en la cóclea son provocadas por una serie de daños que no se pueden tratar de manera curativa. Con los implantes buscamos sustituir la función de la cóclea para estimular la vía auditiva y tratar de que el paciente escuche y entienda”.

El Programa de Implantes Cocleares de la Clínica Universidad de Navarra ha celebrado recientemente los 35 años de su puesta en marcha. Estos dispositivos tienen la función de recoger los sonidos procedentes de la voz y del ambiente y transformarlos en señales eléctricas que se transmiten al nervio auditivo. Por eso, están especialmente indicados para pacientes con una lesión grave que les impide oír y entender.

Las cirugías de colocación de estos aparatos son complejas, pero con una recuperación muy rápida. “Las intervenciones para colocar implantes cocleares duran aproximadamente una hora y conllevan un día de estancia hospitalaria, siendo escasas las complicaciones quirúrgicas”. “Con posterioridad el implante debe ser activado y el periodo de adaptación a la escucha con el dependerá de cada paciente. Si hay niños que nunca han oído, el proceso irá ligado al desarrollo del lenguaje, que durará unos años”, asegura el Dr. Manrique.

Dispositivos para cada situación

El implante coclear no es el único dispositivo que coloca la Clínica para mejorar la audición de sus pacientes. En función de las necesidades y del grado de hipoacusia también recurre a implantes de tronco cerebral, implantes de conducción de vía ósea, implantes activos de oído medio y audífonos. El Dr. Manrique explica que “la diferencia entre un audífono y un implante coclear radica en que el primero produce un estímulo acústico, por lo que la cóclea debe estar, al menos, parcialmente sana para recibirlo. En los implantes cocleares se trabaja con estímulos eléctricos”.

El implante de tronco cerebral se diferencia de un implante coclear en que está diseñado para estimular los núcleos cocleares del tronco cerebral en lugar de la propia cóclea; es decir, se utilizan en casos en los que el oído interno y el nervio auditivo están seriamente afectados por malformaciones o procesos tumorales. En el caso de los implantes de conducción de vía ósea, el sonido se transmite a través del hueso craneal prescindiendo, de este modo, de la transmisión del sonido a través del oído externo y medio.