La infertilidad masculina afecta a la mitad de las parejas que no pueden tener hijos
Un retraso en el diagnóstico de esta causa puede incrementar el riesgo de sufrir otras patologías asociadas, según advierte el equipo médico del Departamento de Urología de la Clínica Universidad de Navarra

19 de marzo de 2025
En la mitad de las parejas que no pueden tener hijos se encuentra un factor asociado a la infertilidad masculina, normalmente vinculado a parámetros seminales anormales. Sin embargo, como indican los especialistas del Departamento de Urología de la Clínica Universidad de Navarra, en muchas ocasiones no se profundiza en el origen de su causa y eso ralentiza su abordaje y dificulta establecer un plan asistencial adecuado.
“La infertilidad es una enfermedad del sistema reproductivo masculino y femenino, por lo que hay que estudiar a ambos miembros de la pareja simultáneamente para categorizar su causa. Esto es especialmente preocupante porque la evaluación del varón se obvia muchas veces, provocando que estas situaciones o se diagnostican tarde, o no se diagnostican”, señala el Dr. José Enrique Robles, urólogo y especialista de la Unidad de Fertilidad de la Clínica Universidad de Navarra.
Las causas de la infertilidad pueden ser genéticas o como efecto adverso a un medicamento, pero lo más frecuente es que sea idiopática (se desconoce el origen exacto) o después de una infección previa. Determinar el desencadenante permite personalizar el tratamiento, que puede variar desde los medicamentos hormonales hasta la cirugía mínimamente invasiva, pasando por la embolización de un varicocele (una vena con flujo sanguíneo anormal en el escroto). Para ello, la valoración no debe reducirse únicamente a un análisis de los parámetros seminales, sino un estudio más amplio que incluya esa historia clínica previa, pruebas hormonales y de imagen.
Así como es frecuente que la mujer visite al ginecólogo para revisiones periódicas y comience la preparación previa a la gestación con la toma de ácido fólico, por ejemplo, los hombres no tienden a acudir al urólogo, salvo cuando la problemática ya es evidente. Por ello, es importante que las unidades de fertilidad cuenten con equipos multidisciplinares donde se pueda hacer un abordaje integral de la pareja con dificultades para la gestación.
“Es fundamental el estudio previo por parte del urólogo, ya que nos permite saber las causas que sí tienen solución y resolverlas de manera permanente. Así pasamos de tratar a un varón enfermo a uno sano. En el caso de que no encontremos la causa de la infertilidad, entonces es preciso hablar con el paciente y con su pareja para poder saber las expectativas previas, lo que pueden esperar del tratamiento, las opciones en primera y segunda línea, los efectos secundarios… Cada paciente y cada pareja son diferentes y es importante saber acompañarlos”, añade el Dr. Felipe Villacampa, urólogo y especialista de la Unidad de Fertilidad de la Clínica Universidad de Navarra.
Prevención ante patologías asociadas
Alcanzar un diagnóstico claro y realizar un estudio previo tiene un impacto beneficioso sobre la salud general del hombre, ya que los factores de riesgo implicados en la calidad del semen, como el tabaco, tóxicos o la mala forma física, y los problemas específicos, como las infecciones de orina o de transmisión sexual, también afectan a otros parámetros. Como indica el Dr. Villacampa, este abordaje “conlleva mejoras en la percepción del paciente, su autoestima y calidad de vida, además de repercusiones evidentes en la propia pareja”.
Además, la función testicular se considera un indicador del estado del varón, por lo que un seguimiento de los pacientes que desarrollan infertilidad temprana permite, como señala el Dr. Robles, “aconsejarles sobre posibles patologías futuras, ya que existe una relación clara entre la infertilidad masculina y un mayor riesgo cardiovascular, que los hombres infértiles parecen tener mayor riesgo de enfermedades crónicas, independientemente de los factores sociodemográficos asociados, e incluso existe una asociación entre infertilidad y cáncer”.