Qué es la blefaritis escamosa
La blefaritis escamosa es una inflamación crónica de los márgenes palpebrales caracterizada por la presencia de escamas secas en la base de las pestañas. Este tipo de blefaritis, que a menudo se asocia con la blefaritis seborreica, afecta la funcionalidad del párpado y puede impactar en la salud ocular si no se trata adecuadamente. Su prevalencia es alta, especialmente en pacientes con condiciones dermatológicas preexistentes, como la dermatitis seborreica.
Causas de la blefaritis escamosa
Las causas de la blefaritis escamosa están relacionadas con alteraciones en la producción de sebo, factores ambientales y sobrecrecimiento bacteriano. Las principales causas incluyen:
- Disfunción de las glándulas de Meibomio: la producción anormal de lípidos contribuye a la acumulación de sebo y escamas.
- Dermatitis seborreica: condición inflamatoria de la piel que afecta las glándulas sebáceas y está estrechamente asociada con la blefaritis seborreica y escamosa.
- Colonización bacteriana: principalmente por Staphylococcus epidermidis, que exacerba la inflamación y produce toxinas irritantes.
- Factores genéticos: predisposición hereditaria a enfermedades inflamatorias de la piel.
Síntomas de la blefaritis escamosa
Los síntomas de la blefaritis escamosa pueden variar en intensidad y suelen empeorar en condiciones de estrés o cambios ambientales. Los síntomas más frecuentes incluyen:
- Enrojecimiento y sensibilidad en los márgenes palpebrales.
- Presencia de escamas secas en la base de las pestañas.
- Sensación de ardor o picor en los párpados.
- Molestias oculares, como sensación de arenilla o sequedad.
- Ojo seco: causado por una alteración en la capa lipídica de la película lagrimal.
- Caída de pestañas (madarosis) en casos avanzados.
Diagnóstico de la blefaritis escamosa
El diagnóstico de la blefaritis escamosa se basa en la evaluación clínica y, en casos más complejos, en pruebas complementarias para confirmar su origen. Los pasos más comunes incluyen:
- Exploración oftalmológica: evaluación detallada de los márgenes palpebrales, las pestañas y la superficie ocular mediante lámpara de hendidura.
- Historia clínica: para identificar antecedentes de dermatitis seborreica o factores predisponentes.
- Pruebas microbiológicas: en casos de sobreinfección bacteriana, se pueden realizar cultivos para identificar agentes patógenos.
Tratamiento de la blefaritis escamosa
El tratamiento de la blefaritis escamosa se basa en una combinación de medidas higiénicas, terapias tópicas y manejo de condiciones subyacentes. Las estrategias más efectivas incluyen:
- Higiene palpebral: limpieza diaria de los márgenes palpebrales con toallitas específicas o soluciones jabonosas para eliminar las escamas y reducir la inflamación.
- Pomada para blefaritis escamosa: productos con antibióticos o corticosteroides suaves, como eritromicina o hidrocortisona, para reducir la inflamación y controlar la infección.
- Crema para blefaritis escamosa: cremas antifúngicas o antiinflamatorias para tratar casos asociados a dermatitis seborreica.
- Compresas calientes: aplicadas varias veces al día para suavizar las escamas y facilitar su eliminación.
- Lágrimas artificiales: útiles para aliviar los síntomas de ojo seco y mejorar la estabilidad de la película lagrimal.
Consideraciones en el tratamiento
El tratamiento debe ser continuo y adaptado a las necesidades individuales del paciente, ya que la blefaritis escamosa es una condición crónica con tendencia a recidivar. El seguimiento médico es esencial para prevenir complicaciones y ajustar el manejo terapéutico según sea necesario.
Complicaciones de la blefaritis escamosa
Si no se trata adecuadamente, la blefaritis escamosa puede provocar complicaciones que afecten la salud ocular y la calidad de vida del paciente. Entre las más comunes se encuentran:
- Queratitis: inflamación de la córnea debido a la exposición prolongada a toxinas bacterianas o irritación mecánica.
- Orzuelos y chalaziones: infecciones oclusivas de las glándulas sebáceas o de Meibomio.
- Conjuntivitis recurrente: asociada a la acumulación de secreciones e irritación crónica.
- Alteraciones en las pestañas: como madarosis (caída de pestañas) o triquiasis (crecimiento anómalo hacia el ojo).
Prevención de la blefaritis escamosa
La prevención de la blefaritis escamosa se centra en mantener una buena higiene ocular y controlar las condiciones dermatológicas asociadas. Algunas recomendaciones incluyen:
- Limpieza regular: limpieza diaria de los párpados para prevenir la acumulación de sebo y escamas.
- Manejo de la dermatitis seborreica: tratamiento adecuado del cuero cabelludo y otras áreas afectadas para reducir el impacto en los párpados.
- Evitar irritantes: como maquillaje en mal estado o productos que puedan desencadenar reacciones alérgicas.
© Clínica Universidad de Navarra 2023