DICCIONARIO MÉDICO

Cafeína

Qué es la cafeína

La cafeína es un alcaloide de tipo xantina con efectos estimulantes sobre el sistema nervioso central, ampliamente utilizado en contextos tanto sociales como terapéuticos. Se encuentra de manera natural en diversas plantas como el café (Coffea arabica), el té (Camellia sinensis), el cacao (Theobroma cacao) y la yerba mate (Ilex paraguariensis), entre otras. Desde una perspectiva médica, la cafeína es una sustancia con propiedades farmacológicas significativas, utilizada en el tratamiento de determinados trastornos neurológicos, respiratorios y como coadyuvante en analgésicos.

Propiedades farmacológicas de la cafeína

La cafeína actúa como un antagonista competitivo de los receptores de adenosina, especialmente los subtipos A1 y A2A. La adenosina es un neuromodulador que induce somnolencia y regula el flujo sanguíneo cerebral. Al bloquear sus efectos, la cafeína produce una estimulación neuronal generalizada.

Además, aumenta la liberación de neurotransmisores como la dopamina, noradrenalina y acetilcolina, lo que se traduce en mayor estado de alerta, mejoría del rendimiento cognitivo y disminución de la fatiga.

Farmacocinética

La absorción oral de la cafeína es rápida y completa, alcanzando concentraciones plasmáticas máximas entre 30 y 120 minutos tras la ingestión. Su biodisponibilidad es prácticamente del 100 %.

  • Vida media: varía entre 3 y 7 horas en adultos, pero puede ser más prolongada en embarazadas, neonatos o personas con insuficiencia hepática.
  • Metabolismo: hepático, principalmente a través de la isoenzima CYP1A2 del sistema citocromo P450.
  • Eliminación: renal, tanto como metabolitos como en forma inalterada.

Efectos fisiológicos

Los efectos de la cafeína en el organismo humano incluyen:

  • Estimulante del sistema nervioso central: mejora la vigilia, concentración y estado de ánimo.
  • Efecto broncodilatador: útil en algunos casos de asma.
  • Aumento del gasto cardíaco y de la presión arterial transitoria.
  • Efecto diurético leve en personas no habituadas.
  • Estimulación de la secreción gástrica y aumento de la motilidad gastrointestinal.

Usos terapéuticos de la cafeína

En medicina, la cafeína se ha utilizado por sus efectos estimulantes y vasoconstrictores. Sus principales usos clínicos incluyen:

Apnea del prematuro

La cafeína se emplea como tratamiento de elección en la apnea neonatal, especialmente en recién nacidos prematuros. Mejora el estímulo respiratorio central y reduce la necesidad de ventilación mecánica.

Migraña y cefalea tensional

Combinada con analgésicos como el paracetamol o el ácido acetilsalicílico, la cafeína potencia su efecto analgésico. Su acción vasoconstrictora ayuda a aliviar el dolor de cabeza relacionado con la dilatación de los vasos cerebrales.

Somnolencia excesiva diurna

En algunos pacientes con trastornos del sueño, como la narcolepsia o el síndrome de apnea del sueño, puede utilizarse como estimulante para mejorar la vigilia durante el día.

Efectos secundarios y toxicidad

El consumo excesivo de cafeína puede producir efectos adversos, especialmente en individuos sensibles o con ciertas condiciones médicas.

Efectos adversos comunes

  • Insomnio y alteraciones del ritmo circadiano.
  • Taquicardia y palpitaciones.
  • Ansiedad, irritabilidad y nerviosismo.
  • Gastritis o reflujo gastroesofágico.

Sobredosis de cafeína

La intoxicación por cafeína puede producir náuseas, temblores, convulsiones y arritmias graves. Dosis superiores a 400-500 mg/día en adultos pueden ser potencialmente tóxicas. En niños, la dosis tóxica es considerablemente menor.

Interacciones medicamentosas

  • Inhibidores del CYP1A2: como ciprofloxacino o fluvoxamina, pueden aumentar los niveles plasmáticos de cafeína.
  • Ansiolíticos y sedantes: la cafeína puede antagonizar sus efectos.

Contraindicaciones y precauciones

El uso de cafeína debe restringirse o evitarse en los siguientes contextos clínicos:

  • Trastornos de ansiedad o ataques de pánico.
  • Arritmias cardíacas o hipertensión no controlada.
  • Úlcera péptica activa.
  • Embarazo: se recomienda no superar los 200 mg/día debido a posibles riesgos sobre el desarrollo fetal.

Cafeína y dependencia

Aunque la cafeína no se considera una droga de abuso, su consumo habitual puede generar tolerancia y un síndrome de abstinencia leve caracterizado por cefalea, somnolencia, irritabilidad y fatiga cuando se suspende bruscamente.

Cafeína en poblaciones especiales

Niños y adolescentes

El consumo elevado de cafeína en menores puede asociarse con alteraciones del sueño, ansiedad y problemas de desarrollo neurológico. Las principales fuentes son las bebidas energéticas, refrescos de cola y productos con chocolate.

Embarazo y lactancia

Durante la gestación, la eliminación de cafeína se enlentece, por lo que incluso dosis moderadas pueden producir efectos sostenidos. Se ha vinculado el consumo excesivo con bajo peso al nacer y aborto espontáneo. En la lactancia, la cafeína se excreta en la leche materna y puede afectar al lactante.

Ancianos

En personas mayores, la cafeína puede potenciar el riesgo de alteraciones del sueño, hipertensión o arritmias. Sin embargo, algunos estudios observacionales sugieren que el consumo moderado puede estar asociado con una menor incidencia de enfermedades neurodegenerativas como el Alzhéimer o el Párkinson.

Fuentes alimentarias de cafeína

  • Café: 80-120 mg por taza (200 ml).
  • Té: 30-70 mg por taza.
  • Refrescos con cafeína: 30-50 mg por lata.
  • Bebidas energéticas: hasta 160 mg por envase.
  • Chocolate negro: 10-30 mg por porción (40 g).

Recomendaciones de consumo

La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) considera que una ingesta de hasta 400 mg diarios en adultos sanos no presenta riesgos para la salud. En embarazadas, la cifra desciende a 200 mg diarios. En menores, se recomienda limitar el consumo a menos de 3 mg/kg de peso corporal.

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