DICCIONARIO MÉDICO

Calcaneodinia

¿Qué es la calcaneodinia?

La calcaneodinia es un término médico utilizado para describir el dolor localizado en el talón, específicamente en la región del hueso calcáneo. Este síntoma puede tener múltiples causas subyacentes y representa un motivo frecuente de consulta en las especialidades de reumatología, traumatología, ortopedia y medicina del deporte.

Desde el punto de vista etimológico, el término proviene de la unión de “calcáneo”, que hace referencia al hueso del talón, y “-odinia”, sufijo griego que significa dolor. Por tanto, su definición literal es dolor en el calcáneo o dolor talón. Aunque en muchos casos se trata de un proceso benigno y autolimitado, la calcaneodinia también puede ser el síntoma inicial de patologías más complejas que requieren un abordaje diagnóstico y terapéutico riguroso.

Anatomía del talón y estructuras implicadas en la calcaneodinia

El hueso calcáneo es el mayor de los huesos del pie y constituye la base estructural del talón. Forma parte del retropié y está implicado en la absorción de impactos durante la marcha, la carrera y el salto. A su alrededor se insertan numerosas estructuras musculares, tendinosas, ligamentosas y fascias que pueden verse afectadas en diferentes cuadros clínicos que cursan con dolor talón.

Estructuras anatómicas relevantes

  • Fascia plantar: tejido fibroso que se extiende desde el calcáneo hasta la base de los dedos, cuya inflamación genera fascitis plantar.
  • Bursa retrocalcánea: bolsa sinovial que reduce la fricción entre el tendón de Aquiles y el calcáneo.
  • Tendón de Aquiles: el tendón más fuerte del cuerpo humano, conecta los músculos de la pantorrilla con el calcáneo.
  • Nervios plantares: ramos del nervio tibial que pueden causar dolor neuropático si están comprimidos.

Causas de calcaneodinia

El dolor talón puede deberse a causas mecánicas, inflamatorias, infecciosas, neurológicas o incluso tumorales. Identificar la etiología precisa es esencial para establecer el tratamiento adecuado y prevenir complicaciones.

Causas mecánicas

  • Fascitis plantar: inflamación de la fascia plantar, causa más común de calcaneodinia.
  • Espolón calcáneo: crecimiento óseo en la inserción de la fascia plantar, generalmente asociado a fascitis.
  • Tendinopatía aquílea: sobreuso o degeneración del tendón de Aquiles.
  • Exceso de carga por actividades deportivas, sobrepeso o alteraciones en la pisada.

Causas inflamatorias y reumáticas

  • Espondiloartritis: especialmente en la entesitis del calcáneo (zona de inserción de ligamentos).
  • Artritis reumatoide: aunque rara, puede afectar la región posterior del pie.

Causas neurológicas

  • Neuropatía del nervio tibial posterior o síndrome del túnel tarsiano.
  • Neuroma de Baxter: compresión del nervio plantar lateral.

Otras causas

  • Infecciones óseas como osteomielitis del calcáneo.
  • Tumores óseos primarios o metastásicos (raro).
  • Fracturas por estrés, sobre todo en deportistas.

Síntomas de la calcaneodinia

El síntoma cardinal es el dolor en el talón, que puede tener diferentes características dependiendo de la etiología subyacente. La anamnesis detallada y la exploración física permiten orientar el diagnóstico.

Características del dolor

  • Dolor matutino que mejora con el movimiento (típico de fascitis plantar).
  • Dolor al cargar peso o tras actividad física.
  • Dolor nocturno o en reposo (puede indicar causa inflamatoria o tumoral).

Síntomas asociados

  • Inflamación y enrojecimiento del talón en casos de bursitis o infección.
  • Limitación funcional para caminar o realizar actividades físicas.
  • Parestesias o sensación de quemazón si hay compromiso nervioso.

Diagnóstico de la calcaneodinia

El diagnóstico de calcaneodinia requiere una evaluación clínica minuciosa complementada con estudios de imagen y, en algunos casos, pruebas de laboratorio. El objetivo es identificar la causa del dolor talón y descartar patologías de gravedad.

Evaluación clínica

  • Inspección del talón: búsqueda de deformidades, enrojecimiento, inflamación.
  • Palpación: localización exacta del dolor, presencia de espolón.
  • Pruebas funcionales: apoyo monopodal, puntillas, dorsiflexión del pie.

Pruebas de imagen

  • Radiografía simple: útil para detectar espolones o fracturas.
  • Ecografía: permite valorar el estado de la fascia plantar y bursas.
  • Resonancia magnética (RM): indicada en casos complejos o con sospecha de tumor, necrosis o fractura oculta.

Estudios complementarios

  • Analítica: útil para identificar marcadores inflamatorios, infecciosos o autoinmunes.
  • Estudios neurofisiológicos: si se sospecha compromiso nervioso periférico.

Tratamiento de la calcaneodinia

El tratamiento de la calcaneodinia debe adaptarse a la causa específica del dolor talón. En la mayoría de los casos, se recurre inicialmente a medidas conservadoras. Solo en situaciones refractarias o con lesiones graves se considera el tratamiento quirúrgico.

Tratamiento conservador

  • Reposo relativo y modificación de la actividad física.
  • Aplicación de frío local para reducir la inflamación.
  • Uso de plantillas ortopédicas para descargar el talón.
  • Calzado adecuado: con buena amortiguación y soporte del arco plantar.
  • Fisioterapia: estiramientos de la fascia plantar, ejercicios de fortalecimiento, ondas de choque.
  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).

Infiltraciones

En casos de calcaneodinia persistente, pueden utilizarse infiltraciones locales con corticoides o, en fases avanzadas, con plasma rico en plaquetas (PRP). Deben realizarse bajo control ecográfico y por profesionales cualificados.

Tratamiento quirúrgico

La cirugía está indicada en menos del 10% de los casos, generalmente tras el fracaso de al menos seis meses de tratamiento conservador. Las técnicas quirúrgicas pueden incluir liberación de la fascia plantar, descompresión nerviosa o exéresis de espolón calcáneo.

Pronóstico y prevención

El pronóstico de la calcaneodinia depende de la etiología y del tiempo transcurrido hasta el inicio del tratamiento. La mayoría de los pacientes experimenta una mejoría significativa con medidas conservadoras.

Prevención del dolor talón

  • Mantener un peso corporal adecuado para evitar la sobrecarga del pie.
  • Elegir calzado ergonómico y con amortiguación adecuada.
  • Realizar ejercicios de estiramiento del tendón de Aquiles y la fascia plantar.
  • Evitar el sobreentrenamiento o el aumento brusco de actividad física.

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