DICCIONARIO MÉDICO

Carbonato cálcico

¿Qué es el carbonato cálcico?

El carbonato cálcico es una sal inorgánica compuesta por calcio, carbono y oxígeno, cuya fórmula química es CaCO3. Se encuentra de forma natural en minerales como la calcita, el aragonito y el mármol, y constituye uno de los principales componentes de las rocas sedimentarias como la caliza. Su presencia es abundante tanto en la naturaleza como en estructuras biológicas, incluyendo los caparazones de moluscos, los esqueletos de corales y los huesos.

Desde el punto de vista farmacéutico y médico, el carbonato cálcico es utilizado como fuente de calcio elemental y como agente antiácido. Su forma farmacéutica más común es en comprimidos masticables o efervescentes, aunque también se formula en polvo o gránulos para suspensión oral. Se caracteriza por su bajo coste, buena disponibilidad y elevada concentración de calcio elemental (aproximadamente 40%).

¿Qué es el carbonato cálcico y cómo actúa en el organismo?

Cuando se aborda qué es el carbonato cálcico desde un enfoque médico, debe destacarse que se trata de un compuesto utilizado principalmente como suplemento de calcio y como antiácido en diversas patologías. Al ingerirse, el carbonato cálcico reacciona con el ácido clorhídrico gástrico, liberando iones de calcio que son absorbidos en el intestino delgado, principalmente en el duodeno y el yeyuno.

Este calcio absorbido participa en múltiples procesos fisiológicos esenciales, como la contracción muscular, la transmisión nerviosa, la coagulación sanguínea y la mineralización ósea. El remanente no absorbido es eliminado por las heces. La absorción de calcio a partir del carbonato cálcico depende del pH gástrico, siendo más eficiente en presencia de acidez estomacal adecuada.

Para qué sirve el carbonato cálcico en medicina

En el ámbito clínico, para qué sirve el carbonato cálcico depende fundamentalmente de sus propiedades como fuente de calcio y como neutralizante de ácidos gástricos. Sus principales aplicaciones médicas incluyen:

  • Prevención y tratamiento de la deficiencia de calcio: en pacientes con requerimientos aumentados (niños, adolescentes en crecimiento, embarazadas, mujeres posmenopáusicas) o con trastornos de absorción intestinal.
  • Osteoporosis: utilizado como suplemento coadyuvante en el tratamiento de la osteoporosis posmenopáusica, senil o inducida por corticoides.
  • Hipocalcemia: administración en casos de niveles bajos de calcio sérico, especialmente en contextos de hipoparatiroidismo o insuficiencia renal crónica.
  • Antiácido: alivio sintomático del ardor de estómago, pirosis y dispepsia ácida, actuando rápidamente sobre el exceso de ácido gástrico.
  • Quelante de fosfatos: en pacientes con enfermedad renal crónica, el carbonato cálcico ayuda a reducir la absorción intestinal de fosfatos, contribuyendo al control de la hiperfosfatemia.

Indicaciones terapéuticas

El carbonato cálcico está indicado en múltiples contextos clínicos. Entre las principales indicaciones se encuentran:

  • Prevención y tratamiento de estados carenciales de calcio.
  • Tratamiento coadyuvante en enfermedades óseas como la osteoporosis, la osteomalacia o el raquitismo.
  • Suplemento de calcio en dietas inadecuadas o en personas con intolerancia a la lactosa.
  • Neutralización de la acidez gástrica.
  • Control de los niveles de fósforo sérico en pacientes con enfermedad renal crónica en hemodiálisis.

Estas indicaciones deben ser evaluadas individualmente por el médico, considerando el estado nutricional, la función renal, la edad y el riesgo de efectos adversos como hipercalcemia o alcalosis.

Posología y administración

La dosificación del carbonato cálcico depende de la indicación clínica, el contenido de calcio elemental y la respuesta individual del paciente. En general:

  • Como suplemento de calcio: la dosis recomendada suele oscilar entre 500 y 1500 mg de calcio elemental al día, fraccionado en 1 a 3 tomas.
  • Como antiácido: se administra una dosis de 500 a 1000 mg de carbonato cálcico tras las comidas y al acostarse, dependiendo de la intensidad de los síntomas.
  • Como quelante de fosfato: en insuficiencia renal crónica, se recomienda administrarlo con las comidas, ajustando la dosis en función de los niveles séricos de fósforo.

Es importante tener en cuenta que la absorción del calcio es mayor cuando se administra con alimentos. Además, se recomienda evitar la administración simultánea con suplementos de hierro, tetraciclinas o bifosfonatos, ya que puede interferir en su absorción.

Efectos adversos y precauciones

El carbonato cálcico es generalmente bien tolerado. Sin embargo, pueden presentarse efectos adversos, especialmente si se consume en dosis elevadas o durante periodos prolongados. Los más frecuentes son:

  • Estreñimiento.
  • Flatulencia y distensión abdominal.
  • Hipercalcemia, especialmente en pacientes con función renal comprometida o al combinarlo con vitamina D.
  • Síndrome leche-álcali (hipercalcemia, alcalosis metabólica, insuficiencia renal), si se consume en exceso junto a productos lácteos.

Se debe tener especial precaución en personas con antecedentes de litiasis renal cálcica, hipercalcemia, hipercalciuria o insuficiencia renal crónica. También es necesario monitorizar los niveles séricos de calcio y fósforo durante su uso prolongado.

Interacciones farmacológicas

El carbonato cálcico puede interaccionar con diversos medicamentos. Estas interacciones pueden alterar la eficacia de algunos fármacos o aumentar el riesgo de efectos adversos. Las interacciones más relevantes incluyen:

  • Disminución de la absorción de: hierro, tetraciclinas, fluoroquinolonas, levotiroxina, bisfosfonatos, estroncio ranelato.
  • Riesgo de hipercalcemia con: diuréticos tiazídicos, vitamina D, suplementos múltiples de calcio.
  • Disminución del efecto de: ciertos antagonistas de canales de calcio, como verapamilo.

Por este motivo, se recomienda espaciar la administración del carbonato cálcico al menos 2 horas respecto a otros medicamentos que puedan verse afectados por su presencia en el tracto gastrointestinal.

Consideraciones especiales en poblaciones específicas

Embarazo y lactancia

Durante el embarazo y la lactancia, el carbonato cálcico puede ser utilizado para cubrir los requerimientos aumentados de calcio, siempre bajo supervisión médica. Las dosis deben ajustarse cuidadosamente para evitar el riesgo de hipercalcemia, especialmente cuando se combina con vitamina D.

Pacientes pediátricos

En niños y adolescentes, puede emplearse en casos de deficiencia nutricional de calcio, raquitismo o requerimientos aumentados durante el crecimiento. Se debe ajustar la dosis a la edad y peso del paciente, y considerar el uso de formulaciones adecuadas para su administración.

Pacientes geriátricos

En adultos mayores, especialmente mujeres posmenopáusicas, el carbonato cálcico es una herramienta útil en la prevención y el tratamiento de la osteoporosis. Se recomienda monitorización frecuente de la función renal y de los niveles de calcio sérico, así como ajuste de la dosis en función de la tolerancia y respuesta clínica.

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