Delirio

Qué es el delirio

El delirio es un trastorno agudo de la función cerebral que se caracteriza por alteraciones en la conciencia, la atención, el pensamiento y la percepción. Aunque es reversible en muchos casos, puede estar asociado a condiciones médicas graves y debe ser considerado una emergencia médica. Las ideas delirantes, que son creencias falsas e inamovibles, son un componente central en algunos tipos de delirios y pueden coexistir con alucinaciones.

El término delirio describe un estado de confusión mental aguda caracterizado por desorientación, alteraciones cognitivas y un deterioro en la capacidad de atención. Este trastorno puede desarrollarse en cuestión de horas o días y está relacionado con una disfunción cerebral temporal provocada por múltiples factores, incluyendo condiciones médicas, sustancias tóxicas o medicamentos.

Características principales

• Inicio agudo: Aparece rápidamente, generalmente en horas o días.
• Fluctuación: Los síntomas suelen variar en intensidad a lo largo del día.
• Alteración de la atención: Incapacidad para concentrarse o mantener el enfoque.
• Ideas delirantes: Creencias falsas que no se corrigen con la evidencia.

Causas del delirio

El delirio puede tener múltiples causas, y con frecuencia resulta de una combinación de factores predisponentes y precipitantes. Identificar y tratar estas causas subyacentes es fundamental para la recuperación.

Factores médicos

• Infecciones: Como infecciones del tracto urinario o neumonía, especialmente en personas mayores.
• Desequilibrios metabólicos: Hiponatremia, hipoglucemia o insuficiencia renal.
• Daño cerebral: Traumatismos craneoencefálicos o accidentes cerebrovasculares.

Factores tóxicos

• Medicamentos: Como opioides, benzodiacepinas o anticolinérgicos.
• Sustancias psicoactivas: Consumo de drogas o intoxicación por alcohol.
• Retiro de sustancias: Abstinencia de alcohol o benzodiacepinas.

Factores ambientales

• Hospitalización: Entornos desconocidos pueden desencadenar delirio, especialmente en pacientes ancianos.
• Privación del sueño: La falta de descanso adecuado afecta el estado mental.

Síntomas del delirio

Los síntomas del delirio pueden ser variados y fluctuar a lo largo del día. Incluyen alteraciones cognitivas, emocionales y conductuales.

Síntomas principales

• Desorientación: Pérdida de la noción del tiempo, lugar o identidad.
• Alteraciones de la atención: Dificultad para concentrarse o seguir instrucciones.
• Ideas delirantes: Creencias falsas y persistentes.
• Alucinaciones: Percepción de estímulos que no existen, como voces o imágenes.

Síntomas emocionales

• Ansiedad: Sensación de inquietud o pánico.
• Agitación: Comportamientos impulsivos o agresivos.

Tipos de delirio

Existen diferentes tipos de delirio, clasificados según sus características clínicas y la conducta del paciente.

Delirio hiperactivo

Se caracteriza por agitación, inquietud y comportamientos agresivos. Es más fácil de identificar debido a la alteración evidente en la conducta.

Delirio hipoactivo

Los pacientes presentan letargo, disminución de la actividad motora y falta de respuesta. Este tipo es más difícil de reconocer.

Delirio mixto

Combina características de los tipos hiperactivo e hipoactivo, con fluctuaciones entre ambos estados.

Diagnóstico del delirio

El diagnóstico del delirio se basa en la evaluación clínica y la identificación de causas subyacentes. Es esencial diferenciarlo de otros trastornos psiquiátricos o neurológicos.

Evaluación clínica

• Historia clínica: Recopilación de antecedentes médicos, medicamentos y eventos recientes.
• Examen físico: Identificación de signos que sugieran causas médicas o tóxicas.

Pruebas complementarias

• Análisis de sangre: Para detectar desequilibrios metabólicos o infecciones.
• Imagen cerebral: Tomografía o resonancia magnética para descartar lesiones.

Tratamiento del delirio

El tratamiento del delirio se centra en abordar la causa subyacente y aliviar los síntomas agudos.

Manejo médico

• Corrección de causas: Tratamiento de infecciones, desequilibrios metabólicos o intoxicaciones.
• Medicamentos: En casos graves, se pueden usar antipsicóticos para controlar la agitación.

Cuidado no farmacológico

• Ambiente calmado: Crear un entorno tranquilo y familiar para el paciente.
• Orientación: Uso de relojes, calendarios y fotografías para reforzar la conciencia.

Ejemplos de delirio

El delirio puede manifestarse en diferentes contextos. Algunos ejemplos incluyen:

• Un paciente hospitalizado desarrolla agitación nocturna y cree que las enfermeras quieren hacerle daño.
• Una persona mayor desorientada insiste en que está en su casa, aunque se encuentra en el hospital.

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