DICCIONARIO MÉDICO

Dióxido de carbono

Qué es el dióxido de carbono

El dióxido de carbono (CO2), también conocido como bióxido de carbono, es un gas incoloro e inodoro compuesto por dos átomos de oxígeno y un átomo de carbono. Es uno de los principales óxidos de carbono presentes en la naturaleza y desempeña un papel fundamental en procesos biológicos y ambientales. En el ámbito médico, el dióxido de carbono tiene relevancia tanto como subproducto del metabolismo celular como por sus aplicaciones clínicas y terapéuticas.

De dónde proviene el dióxido de carbono

El dióxido de carbono es un componente natural de la atmósfera y se produce a través de varios procesos biológicos y químicos:

  • Respiración celular: el CO2 es un subproducto del metabolismo energético en células animales y humanas.
  • Procesos industriales: actividades como la quema de combustibles fósiles generan grandes cantidades de CO2.
  • Descomposición orgánica: microorganismos producen CO2 durante la degradación de materia orgánica.

En el cuerpo humano, el dióxido de carbono proviene principalmente del ciclo de Krebs, donde se libera como parte del metabolismo de los nutrientes.

Dióxido de carbono en el cuerpo

En el organismo humano, el dióxido de carbono cumple funciones esenciales, pero también puede ser perjudicial si se acumula en exceso. Entre sus roles principales destacan:

  • Regulación del pH sanguíneo: el CO2 se disuelve en sangre formando ácido carbónico, que ayuda a mantener el equilibrio ácido-base.
  • Estimulación de la respiración: niveles elevados de CO2 activan los centros respiratorios en el cerebro para aumentar la frecuencia respiratoria.

Sin embargo, niveles anormalmente altos de dióxido de carbono en sangre (hipercapnia) pueden causar acidosis respiratoria, mientras que niveles bajos (hipocapnia) están asociados con alcalosis respiratoria.

Dióxido de carbono propiedades físicas y químicas

El CO2 tiene propiedades físicas y químicas únicas que lo hacen relevante en múltiples áreas:

  • Estado: gas a temperatura ambiente, pero puede convertirse en dióxido de carbono líquido bajo alta presión y baja temperatura.
  • Solubilidad: se disuelve fácilmente en agua, formando ácido carbónico débil (H2CO3).
  • No inflamable: a diferencia de otros gases, el dióxido de carbono no es combustible.

CO2 en la atmósfera

El CO2 es un componente natural de la atmósfera terrestre y juega un papel clave en el ciclo del carbono. Sin embargo, su concentración ha aumentado debido a actividades humanas, lo que contribuye al calentamiento global y al cambio climático.

La acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera tiene efectos negativos, como:

  • Incremento del efecto invernadero.
  • Alteraciones en los ecosistemas marinos debido a la acidificación de los océanos.

Para qué sirve el dióxido de carbono en medicina

En medicina, el dióxido de carbono tiene diversas aplicaciones clínicas y terapéuticas:

  • Insuflación en cirugía laparoscópica: se utiliza para expandir la cavidad abdominal y mejorar la visibilidad durante procedimientos quirúrgicos.
  • Pruebas de función pulmonar: el CO2 se mide para evaluar el intercambio de gases en los pulmones.
  • Terapia de carboxiterapia: aplicación subcutánea de CO2 para mejorar la microcirculación y tratar ciertas afecciones estéticas.

Por qué el dióxido de carbono es peligroso para la salud

Aunque el dióxido de carbono es vital para la vida, su acumulación excesiva puede ser peligrosa. La exposición prolongada a altos niveles de CO2 puede provocar:

  • Hipercapnia: niveles elevados de CO2 en sangre, lo que lleva a acidosis respiratoria.
  • Sofocación: cuando el CO2 desplaza al oxígeno en espacios cerrados.
  • Efectos neurológicos: como confusión, somnolencia y, en casos graves, pérdida del conocimiento.

La exposición al CO2 debe ser controlada, especialmente en entornos laborales como laboratorios o plantas industriales.

Causas y consecuencias del dióxido de carbono en exceso

El aumento de dióxido de carbono puede tener diversas causas, tanto en el medio ambiente como en el cuerpo humano:

Causas en el cuerpo:

  • Enfermedades respiratorias como EPOC o apnea del sueño.
  • Ventilación inadecuada en anestesia o entornos controlados.

Consecuencias en la salud:

  • Fatiga y dificultad para respirar.
  • Alteraciones cardiovasculares y neurológicas.

El manejo adecuado de los niveles de dióxido de carbono es crucial para prevenir complicaciones médicas.

© Clínica Universidad de Navarra 2023