DICCIONARIO MÉDICO

Disestesia

Qué es la disestesia

La disestesia es una alteración sensorial caracterizada por la percepción anormal y desagradable de estímulos táctiles, térmicos o dolorosos. Esta condición, que puede afectar diferentes áreas del cuerpo, es un síntoma común en diversas enfermedades neurológicas y puede estar asociada a trastornos emocionales como el estrés y la ansiedad. La disestesia puede manifestarse como sensación de quemazón, hormigueo o dolor, incluso ante estímulos leves o en ausencia de estímulos.

Disestesia y parestesia: diferencias clave

Aunque la disestesia y la parestesia son términos relacionados con alteraciones sensoriales, tienen diferencias significativas:

  • Parestesia: Percepción anormal, generalmente no desagradable, como hormigueo o entumecimiento, común en situaciones de compresión nerviosa transitoria.
  • Disestesia: Sensación anormal que resulta desagradable o dolorosa, incluso en respuesta a estímulos normales o en ausencia de estos.

Causas de la disestesia

Las causas de la disestesia son variadas y pueden implicar alteraciones en el sistema nervioso central o periférico. Entre las más comunes se encuentran:

  • Esclerosis múltiple: Daño a las fibras nerviosas y su mielina, causando disestesias en las extremidades o el tronco.
  • Neuropatías periféricas: Daño en los nervios periféricos debido a diabetes, alcoholismo o deficiencias vitamínicas.
  • Estrés y ansiedad: Factores emocionales que alteran la percepción sensorial, produciendo disestesia por estrés o disestesia por ansiedad.
  • Lesiones nerviosas: Traumas o cirugías que afectan los nervios periféricos o centrales.
  • Infecciones: Condiciones como herpes zóster que pueden provocar disestesias quemantes.

Síntomas de la disestesia

Los síntomas de la disestesia pueden variar en intensidad y localización, pero las manifestaciones más comunes incluyen:

  • Quemazón: Sensación de calor intenso o quemazón en la piel, típica de disestesias quemantes.
  • Dolor al tacto: Percepción de dolor incluso ante estímulos leves (asociada a alodinia).
  • Hormigueo o picor: Sensación persistente y molesta en zonas específicas como las extremidades o el cuero cabelludo.
  • Localización específica: Puede afectar el cuero cabelludo, la pierna, el rostro (disestesia facial) o las extremidades.

Disestesia cutánea

La disestesia cutánea es una forma de disestesia que afecta principalmente la piel. Los pacientes describen una sensación de ardor, pinchazos o dolor en áreas específicas, incluso sin un estímulo directo. Este tipo de disestesia es común en neuropatías periféricas y enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple.

Disestesia en neurología

En el campo de la neurología, la disestesia es un signo clínico relevante que puede indicar daño en las vías sensoriales del sistema nervioso central o periférico. Es comúnmente evaluada en enfermedades como:

  • Esclerosis múltiple: Donde las disestesias en las extremidades o el tronco son manifestaciones frecuentes.
  • Neuropatía diabética: Produce disestesias quemantes en las extremidades inferiores.
  • Síndrome de Guillain-Barré: Sensación dolorosa en las extremidades durante las etapas iniciales.

Disestesia facial

La disestesia facial se refiere a alteraciones sensoriales en el rostro, que pueden incluir ardor, hormigueo o dolor al tacto. Este síntoma puede estar relacionado con neuralgias, lesiones del nervio trigémino o enfermedades inflamatorias del sistema nervioso.

Disestesia por estrés y ansiedad

La disestesia por estrés y la disestesia por ansiedad son formas de alteraciones sensoriales vinculadas a factores emocionales. Los pacientes suelen describir sensaciones de calor, hormigueo o entumecimiento, especialmente en el cuero cabelludo, el rostro o las extremidades. Estas manifestaciones son el resultado de la activación prolongada del sistema nervioso autónomo.

Tratamiento de la disestesia

El tratamiento de la disestesia depende de la causa subyacente. Las opciones incluyen:

  • Medicamentos: Anticonvulsivantes como gabapentina o pregabalina, antidepresivos tricíclicos y analgésicos tópicos para aliviar el dolor.
  • Terapias físicas: Incluyen masajes, ejercicios y técnicas de rehabilitación para mejorar la sensibilidad.
  • Técnicas de manejo del estrés: Terapia cognitivo-conductual, meditación o yoga para tratar disestesia por estrés y disestesia por ansiedad.
  • Tratamientos específicos: En casos como la esclerosis múltiple o neuropatías diabéticas, se requiere un manejo integral de la enfermedad subyacente.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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