DICCIONARIO MÉDICO

Glomerulopatía

Qué es una glomerulopatía

El término glomerulopatía se refiere a un grupo de enfermedades que afectan los glomérulos renales, las unidades funcionales del riñón encargadas de filtrar la sangre y formar la orina. Estas patologías pueden alterar la estructura y función de los glomérulos, dando lugar a síntomas como hematuria, proteinuria, hipertensión y, en casos avanzados, insuficiencia renal. Las glomerulopatías pueden clasificarse según su etiología, características histológicas y curso clínico.

Tipos de glomerulopatías

Las glomerulopatías se clasifican en diferentes categorías, dependiendo de su origen y características. A continuación, se presentan los principales tipos de glomerulopatías:

Glomerulopatías primarias

Las glomerulopatías primarias afectan exclusivamente los glomérulos y no están asociadas a enfermedades sistémicas. Entre las más comunes se encuentran:

  • Nefropatía por IgA: También conocida como enfermedad de Berger, es la glomerulopatía primaria más frecuente, caracterizada por depósitos de IgA en el mesangio.
  • Glomerulonefritis membranosa: Una causa común de síndrome nefrótico en adultos, asociada al depósito de complejos inmunes en la membrana basal glomerular.
  • Glomerulonefritis focal y segmentaria: Caracterizada por lesiones focales y segmentarias que afectan una porción de los glomérulos.
  • Glomerulopatía membranoproliferativa: Asociada a alteraciones en el complemento y depósitos inmunes.

Glomerulopatías secundarias

Las glomerulopatías secundarias son aquellas que ocurren como consecuencia de una enfermedad sistémica o condición subyacente. Algunas de las causas más comunes incluyen:

  • Lupus eritematoso sistémico (LES): Una enfermedad autoinmune que puede causar nefritis lúpica.
  • Diabetes mellitus: Provoca nefropatía diabética, una de las principales causas de insuficiencia renal crónica.
  • Amiloidosis: Depósito de proteínas amiloides en los glomérulos, alterando su función.
  • Infecciones crónicas: Como hepatitis B y C o VIH.
  • Fármacos: Uso prolongado de ciertos medicamentos, como AINEs o penicilamina.

Clasificación según el curso clínico

Dependiendo de su evolución, las glomerulopatías pueden clasificarse como:

  • Glomerulopatías agudas: Como la glomerulonefritis postinfecciosa, que aparece de forma repentina tras una infección.
  • Glomerulopatías crónicas: De evolución lenta y progresiva, como la nefropatía diabética.
  • Glomerulopatías rápidamente progresivas: Caracterizadas por la pérdida acelerada de la función renal, como en el caso del síndrome de Goodpasture.

Fisiopatología de las glomerulopatías

La fisiopatología de las glomerulopatías implica una alteración en las estructuras glomerulares clave: la membrana basal, los podocitos y las células mesangiales. Los mecanismos más comunes incluyen:

  • Depósito de inmunocomplejos: Como en la nefropatía por IgA o la glomerulonefritis membranosa.
  • Lesión de los podocitos: Un proceso central en la glomerulonefritis focal y segmentaria.
  • Activación del complemento: Como en la glomerulopatía membranoproliferativa.

Diagnóstico de las glomerulopatías

El diagnóstico de las glomerulopatías requiere una evaluación clínica completa, incluyendo pruebas de laboratorio y estudios histopatológicos. Las herramientas más utilizadas son:

Pruebas de laboratorio

  • Análisis de orina: Detección de hematuria, proteinuria y cilindros celulares.
  • Pruebas inmunológicas: Identificación de autoanticuerpos y niveles de complemento.
  • Función renal: Evaluación de creatinina sérica y tasa de filtración glomerular.

Biopsia renal

La biopsia renal es el estándar de oro para el diagnóstico de las glomerulopatías. Proporciona información sobre la naturaleza de las lesiones y la gravedad de la afectación glomerular.

Tratamiento de las glomerulopatías

El tratamiento de las glomerulopatías depende de la causa subyacente y la gravedad de la enfermedad. Las opciones terapéuticas incluyen:

Tratamientos generales

  • Control de la presión arterial: Uso de inhibidores de la ECA o ARAs para reducir la proteinuria y proteger la función renal.
  • Modificación dietética: Restricción de sal y proteínas en la dieta.
  • Manejo del edema: Uso de diuréticos.

Tratamientos específicos

  • Inmunosupresores: Corticoides, ciclofosfamida o rituximab, dependiendo del tipo de glomerulopatía.
  • Antibióticos: En casos asociados a infecciones bacterianas.
  • Terapia biológica: En enfermedades mediadas por mecanismos autoinmunes.

Pronóstico de las glomerulopatías

El pronóstico de las glomerulopatías varía ampliamente según el tipo y la gravedad de la enfermedad, así como la respuesta al tratamiento. Con un diagnóstico y manejo adecuados, muchas de estas condiciones pueden estabilizarse, mientras que en casos avanzados, pueden requerirse tratamientos como diálisis o trasplante renal.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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