DICCIONARIO MÉDICO
Hemoperfusión
La hemoperfusión es una técnica médica utilizada para eliminar sustancias tóxicas de la sangre mediante la circulación extracorpórea a través de un adsorbente, como el carbón activado o resinas específicas. Este procedimiento es especialmente útil en casos de intoxicaciones graves, insuficiencia renal o hepática, y en situaciones donde las técnicas convencionales, como la hemodiálisis, no son completamente eficaces. La hemoperfusión es un tratamiento que implica pasar la sangre del paciente por un cartucho que contiene un material adsorbente, como carbón activado o resinas poliméricas, para eliminar sustancias tóxicas, fármacos o productos metabólicos dañinos. Esta técnica se emplea como una terapia extracorpórea, similar a la hemodiálisis, pero con un mecanismo diferente de acción basado en la adsorción directa de compuestos específicos. El proceso de hemoperfusión consiste en extraer la sangre del paciente, pasarla a través de un filtro con material adsorbente y devolverla nuevamente al organismo. El material adsorbente atrapa las moléculas tóxicas, permitiendo que la sangre vuelva al cuerpo libre de estas sustancias. Este tratamiento es efectivo para eliminar: Aunque la hemoperfusión y la hemodiálisis comparten ciertas similitudes, existen diferencias clave en su mecanismo de acción y aplicaciones: La hemoperfusión es especialmente útil en casos de intoxicación por sustancias como barbitúricos, teofilina, pesticidas y algunos fármacos no dializables. La adsorción permite eliminar rápidamente las toxinas de la sangre, reduciendo el riesgo de complicaciones graves. En pacientes con insuficiencia hepática, la hemoperfusión con carbón activado puede ayudar a eliminar toxinas como el amoníaco y los productos de degradación metabólica que el hígado no puede procesar. La combinación de hemoperfusión y hemodiálisis es una estrategia eficaz en casos complejos de intoxicación o insuficiencia multiorgánica, aprovechando las ventajas de ambos procedimientos para maximizar la eliminación de toxinas. Aunque generalmente segura, la hemoperfusión puede asociarse a ciertos riesgos y efectos secundarios, como: Se debe buscar atención médica inmediata si se presentan síntomas de intoxicación aguda, como confusión, vómitos, dificultad para respirar o pérdida de conciencia. La hemoperfusión puede ser una opción terapéutica en casos de intoxicaciones graves, siempre bajo la supervisión de un especialista. La hemoperfusión se utiliza principalmente en intoxicaciones graves, insuficiencia hepática y ciertos casos de insuficiencia renal donde las toxinas acumuladas no pueden eliminarse eficientemente con otros tratamientos. La duración típica de una sesión de hemoperfusión es de entre 2 y 4 horas, dependiendo de la cantidad de toxinas a eliminar y las condiciones del paciente. No, la hemoperfusión y la hemodiálisis tienen indicaciones diferentes. En algunos casos, se pueden combinar para optimizar el tratamiento de pacientes complejos. Sí, pacientes con coagulopatías graves, alergias al material adsorbente o en estados de hipotensión severa pueden no ser candidatos adecuados para este procedimiento. © Clínica Universidad de Navarra 2023Qué es la hemoperfusión
Cómo funciona la hemoperfusión
Diferencias entre hemoperfusión y hemodiálisis
Aplicaciones de la hemoperfusión
Intoxicaciones agudas
Enfermedades hepáticas
Tratamientos combinados
Riesgos y precauciones de la hemoperfusión
Cuándo acudir al médico
Preguntas frecuentes sobre la hemoperfusión
¿En qué casos está indicada la hemoperfusión?
¿Cuánto tiempo dura una sesión de hemoperfusión?
¿La hemoperfusión puede reemplazar a la hemodiálisis?
¿Existen contraindicaciones para la hemoperfusión?
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