DICCIONARIO MÉDICO
Hipoglucemiante
El término hipoglucemiante hace referencia a cualquier sustancia o medicamento diseñado para reducir los niveles de glucosa en sangre. Estos agentes son fundamentales en el tratamiento de la diabetes mellitus, especialmente en pacientes con niveles elevados de azúcar en sangre (hiperglucemia). Los hipoglucemiantes pueden ser administrados por vía oral o mediante inyecciones, dependiendo del tipo y las necesidades del paciente. Este artículo examina los tipos de hipoglucemiantes, sus mecanismos de acción, ejemplos y consideraciones clínicas clave para su uso seguro y eficaz. Un hipoglucemiante es un fármaco utilizado para reducir los niveles de glucosa en sangre. Su acción está dirigida principalmente a pacientes con diabetes mellitus tipo 2, aunque algunos también se utilizan en la diabetes tipo 1 junto con insulina. Los hipoglucemiantes ayudan a controlar los niveles de glucosa, previniendo complicaciones a largo plazo asociadas con la hiperglucemia crónica, como daño renal, retinopatía y enfermedades cardiovasculares. El término engloba tanto los hipoglucemiantes orales como los inyectables, cada uno con características y mecanismos de acción específicos. Existen diferentes tipos de hipoglucemiantes, clasificados según su mecanismo de acción y forma de administración. A continuación, se describen los principales: Los hipoglucemiantes orales son medicamentos en forma de comprimidos que se toman por vía oral y se utilizan principalmente en la diabetes tipo 2. Los principales grupos incluyen: Los hipoglucemiantes inyectables son medicamentos que se administran por vía subcutánea. Se utilizan en casos específicos y en combinación con otros tratamientos. Algunos ejemplos son: Los hipoglucemiantes se utilizan principalmente para: Entre los ejemplos más comunes de hipoglucemiantes, se incluyen: Es importante consultar a un médico si se presentan los siguientes signos o síntomas: Los hipoglucemiantes orales se toman por vía oral y están diseñados principalmente para la diabetes tipo 2. Los hipoglucemiantes inyectables, como la insulina y los análogos de GLP-1, se administran por vía subcutánea y se utilizan en diabetes tipo 1 y en casos avanzados de diabetes tipo 2. Dependiendo del tipo, los efectos secundarios pueden incluir náuseas, diarrea (metformina), hipoglucemia (sulfonilureas) o infecciones urinarias (inhibidores de SGLT2). Es importante seguir las indicaciones del médico para minimizarlos. En general, la insulina es el tratamiento preferido para el manejo de la diabetes gestacional. Algunos hipoglucemiantes orales, como la metformina, pueden ser considerados en casos específicos, pero siempre bajo supervisión médica. Si olvida una dosis, tome el medicamento tan pronto como lo recuerde, pero nunca duplique la dosis. Consulte a su médico para obtener orientación específica. No, los hipoglucemiantes son solo una parte del manejo integral de la diabetes. Una dieta equilibrada y el ejercicio regular son fundamentales para un control adecuado de los niveles de glucosa en sangre. © Clínica Universidad de Navarra 2023Qué es un hipoglucemiante
Tipos de hipoglucemiantes
Hipoglucemiantes orales
Hipoglucemiantes inyectables
Para qué sirve un hipoglucemiante
Ejemplos de hipoglucemiantes
Hipoglucemiantes orales
Hipoglucemiantes inyectables
Cuándo acudir al médico
Preguntas frecuentes
¿Qué diferencia hay entre hipoglucemiantes orales e inyectables?
¿Qué efectos secundarios tienen los hipoglucemiantes?
¿Pueden usarse hipoglucemiantes durante el embarazo?
¿Qué pasa si olvido tomar mi hipoglucemiante?
¿Los hipoglucemiantes pueden sustituir una dieta saludable?