DICCIONARIO MÉDICO

Neovascularización retiniana

La neovascularización retiniana es un proceso patológico que consiste en la formación de nuevos vasos sanguíneos anormales en la retina, generalmente en respuesta a una falta de oxígeno en los tejidos (hipoxia). Este fenómeno está asociado a enfermedades como la retinopatía diabética, la oclusión venosa retiniana y otras patologías isquémicas del ojo. Si no se trata, puede llevar a complicaciones graves, como hemorragias intraoculares y pérdida de visión.

Qué es la neovascularización retiniana

La neovascularización retiniana es un mecanismo compensatorio del organismo para intentar restaurar el suministro de oxígeno en áreas de la retina donde el flujo sanguíneo es insuficiente. Sin embargo, los nuevos vasos que se forman son frágiles y propensos a romperse, lo que puede causar hemorragias y otras complicaciones oculares.

Causas de la neovascularización retiniana

Las principales causas de la neovascularización retiniana incluyen:

  • Retinopatía diabética: La hiperglucemia crónica daña los vasos sanguíneos retinianos, provocando isquemia y estimulación de factores de crecimiento como el VEGF.
  • Oclusión venosa retiniana: La interrupción del flujo venoso en la retina puede causar hipoxia y promover la formación de nuevos vasos.
  • Degeneración macular asociada a la edad (DMAE): En su forma húmeda, esta enfermedad puede incluir la formación de vasos anormales en la retina.
  • Enfermedades hereditarias: Como la anemia falciforme, que afecta el flujo sanguíneo ocular.

Síntomas de la neovascularización retiniana

En sus etapas iniciales, la neovascularización retiniana puede no presentar síntomas evidentes. Sin embargo, a medida que avanza, los pacientes pueden experimentar:

  • Visión borrosa o pérdida de visión repentina.
  • Presencia de manchas oscuras o flotadores (miodesopsias) en el campo visual.
  • Dolor ocular en casos de glaucoma neovascular asociado.

Diagnóstico de la neovascularización retiniana

El diagnóstico de la neovascularización retiniana se realiza mediante las siguientes pruebas:

  • Exploración con lámpara de hendidura: Permite al oftalmólogo examinar el fondo del ojo.
  • Angiografía fluoresceínica: Ayuda a identificar la presencia y localización de nuevos vasos anormales.
  • Tomografía de coherencia óptica (OCT): Ofrece imágenes detalladas de las capas de la retina y detecta edema macular.

Tratamiento de la neovascularización retiniana

El tratamiento depende de la causa subyacente y la gravedad del proceso. Las opciones incluyen:

  • Inyecciones intravítreas: Fármacos anti-VEGF como el bevacizumab, ranibizumab o aflibercept, que inhiben el crecimiento de nuevos vasos.
  • Fotocoagulación láser: Sella los vasos anormales y reduce el riesgo de hemorragias.
  • Vitrectomía: Cirugía para eliminar hemorragias vítreas en casos graves.

Complicaciones de la neovascularización retiniana

Si no se trata, la neovascularización retiniana puede causar:

  • Hemorragias vítreas o preretinianas.
  • Desprendimiento de retina traccional.
  • Glaucoma neovascular.
  • Pérdida permanente de visión.

Cuándo acudir al médico

Se recomienda buscar atención médica inmediata si se presentan:

  • Cambios repentinos en la visión.
  • Presencia de flotadores o destellos de luz.
  • Dolor ocular severo.

Precauciones para pacientes con neovascularización retiniana

Los pacientes deben seguir estas medidas para controlar la enfermedad:

  • Asistir a controles oftalmológicos regulares.
  • Mantener niveles adecuados de glucosa y presión arterial en casos de retinopatía diabética.
  • Evitar el consumo de tabaco, que puede empeorar la hipoxia retiniana.

Preguntas frecuentes sobre la neovascularización retiniana

¿Qué es el tratamiento anti-VEGF?

El tratamiento anti-VEGF consiste en inyecciones intravítreas de fármacos que inhiben el factor de crecimiento endotelial vascular, responsable de estimular la formación de nuevos vasos.

¿La fotocoagulación láser es dolorosa?

La fotocoagulación láser suele realizarse bajo anestesia tópica y generalmente no es dolorosa, aunque puede causar molestias leves durante el procedimiento.

¿Se puede prevenir la neovascularización retiniana?

El control adecuado de enfermedades subyacentes como la diabetes y la hipertensión arterial puede reducir el riesgo de desarrollar neovascularización retiniana.

¿La neovascularización retiniana siempre causa ceguera?

No necesariamente. Si se detecta y trata a tiempo, es posible preservar la visión en la mayoría de los casos.

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