DICCIONARIO MÉDICO
PAAF
La Punción Aspiración con Aguja Fina (PAAF) es un procedimiento médico ampliamente utilizado en el diagnóstico de lesiones o masas anormales en distintos tejidos del cuerpo, como los nódulos tiroideos, lesiones hepáticas, ganglios linfáticos, entre otros. Esta técnica mínimamente invasiva implica la inserción de una aguja fina en la masa o lesión para extraer células o fragmentos de tejido para su posterior análisis bajo el microscopio. El valor de la PAAF radica en su capacidad para proporcionar un diagnóstico rápido y preciso de una variedad de condiciones, incluyendo cáncer, infecciones y enfermedades inflamatorias. Además, es un procedimiento que presenta mínimas complicaciones y puede realizarse de manera ambulatoria, lo cual la convierte en una opción preferente para la obtención de muestras de tejido en muchas situaciones clínicas. Desde el punto de vista técnico, la PAAF se realiza utilizando una aguja fina, generalmente de calibre 22 a 25, que se inserta en la lesión bajo guía de técnicas de imagen como ultrasonido, tomografía computarizada (TC) o incluso palpación, dependiendo de la ubicación y accesibilidad de la lesión. Una vez que la aguja está en posición, se aspira el material celular o del tejido mediante una jeringa, creando un vacío. Este material se expulsa luego en un portaobjetos para su análisis citológico. La eficacia de la PAAF depende en gran medida de la experiencia del profesional que realiza la punción y del patólogo que interpreta las muestras. Por tanto, es esencial que este procedimiento se realice en centros con personal experimentado y capacitado. Además, en algunos casos, puede ser necesario realizar procedimientos adicionales, como una biopsia con aguja gruesa o una cirugía exploratoria, si los resultados de la PAAF no son concluyentes. En términos de preparación para el paciente, la PAAF es un procedimiento relativamente simple. No se requiere una preparación extensa, aunque se pueden dar instrucciones específicas dependiendo de la localización de la lesión. Por ejemplo, en el caso de las punciones tiroideas, se puede solicitar al paciente que evite medicamentos que afecten la coagulación. Además, es importante informar al médico de cualquier medicamento o condición médica que pueda afectar el procedimiento o los resultados. La PAAF se utiliza en una variedad de situaciones clínicas. En el caso de nódulos tiroideos, por ejemplo, permite diferenciar entre lesiones benignas y malignas, lo cual es crucial para el manejo clínico del paciente. En el contexto de masas hepáticas o ganglios linfáticos anormales, puede ayudar a identificar la presencia de metástasis, infecciones o enfermedades sistémicas como linfomas. Tras la realización de la PAAF, el material obtenido se envía al laboratorio de patología, donde se procesa y se examina bajo el microscopio. Los patólogos buscan características celulares que indiquen la naturaleza de la lesión, utilizando tanto técnicas de tinción convencionales como métodos más avanzados como la inmunohistoquímica o la citometría de flujo, según sea necesario. Los resultados de la PAAF generalmente se informan como benignos, malignos, no diagnósticos (cuando el material no es suficiente para hacer un diagnóstico) o indeterminados. En los casos en que los resultados son no diagnósticos o indeterminados, se puede requerir un seguimiento adicional o una repetición del procedimiento. En cuanto a las complicaciones, aunque son raras, pueden incluir sangrado, infección o, en casos muy poco comunes, diseminación de células tumorales a lo largo del trayecto de la aguja. Sin embargo, en la práctica clínica, estos riesgos son generalmente bajos y se considera que los beneficios del procedimiento superan ampliamente estos riesgos potenciales. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es la PAAF?
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