Queratopatía bullosa

¿Qué es la queratopatía bullosa?

La queratopatía bullosa es una afección degenerativa del ojo que afecta a la córnea, la capa transparente en la parte frontal del ojo. Este trastorno se caracteriza por la formación de vesículas o ampollas, conocidas como bullas, en la córnea, lo que puede dar lugar a dolor significativo, disminución de la visión y otras complicaciones oculares. Aunque la queratopatía bullosa puede surgir de manera idiopática, es más comúnmente una complicación tardía de una cirugía intraocular, especialmente una cirugía de cataratas.

El término queratopatía bullosa se deriva de las palabras griegas "kerato", que significa córnea, y "pathos", que significa enfermedad, junto con "bullosa", que se refiere a la formación de bullas. En el caso de la queratopatía bullosa, las bullas se forman debido a una disfunción del endotelio corneal, la capa interna de la córnea que juega un papel crucial en el mantenimiento del equilibrio de fluidos y la transparencia de la córnea. Cuando las células endoteliales están dañadas o son insuficientes en número, la córnea puede hincharse y formar bullas debido a la acumulación excesiva de fluido.

Los síntomas de la queratopatía bullosa pueden variar según la gravedad de la afección, pero a menudo incluyen dolor ocular, enrojecimiento, sensibilidad a la luz, visión borrosa y disminución de la visión. Algunos pacientes también pueden notar la aparición de halos o destellos de luz. Si las bullas se rompen, lo que se conoce como descompensación corneal, puede resultar en un dolor significativo y en el riesgo de desarrollar una infección ocular.

El diagnóstico de la queratopatía bullosa se realiza a menudo mediante un examen con lámpara de hendidura, un instrumento que permite al médico observar el ojo bajo alta magnificación. Este examen puede revelar la presencia de bullas en la córnea y otros signos de disfunción endotelial. Además, pruebas como la paquimetría, que mide el grosor de la córnea, y la especularmicroscopia, que evalúa la morfología y densidad de las células endoteliales, pueden ser útiles para evaluar la gravedad de la afección y determinar el mejor curso de tratamiento.

El tratamiento de la queratopatía bullosa depende de la gravedad de los síntomas y del estado general de salud del paciente. En los casos más leves, los tratamientos conservadores como las gotas para los ojos para disminuir la inflamación y el enrojecimiento, así como los ungüentos y las lentes de contacto terapéuticas para proteger la córnea, pueden ser suficientes para controlar los síntomas. Sin embargo, en los casos más graves o en aquellos que no responden a los tratamientos conservadores, puede ser necesario realizar un trasplante de córnea, conocido como queratoplastia, para reemplazar la córnea dañada.

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