Cistitis
"La cistitis es una condición común pero tratable. La detección temprana y el tratamiento adecuado son esenciales para evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes".
DR. FELIPE VILLACAMPA AUBÁ
ESPECIALISTA. DEPARTAMENTO DE UROLOGÍA
¿Qué es la cistitis?
La cistitis es una inflamación de la vejiga urinaria, generalmente causada por una infección bacteriana. Es una condición médica común que puede afectar a personas de todas las edades, aunque es más frecuente en mujeres debido a su anatomía. La cistitis se clasifica dentro de las infecciones del tracto urinario (ITU), siendo una de las formas más prevalentes.
La principal causa de la cistitis es la infección por bacterias, siendo la Escherichia coli (E. coli) la responsable en la mayoría de los casos. Estas bacterias, que normalmente habitan en el intestino, pueden llegar a la vejiga a través de la uretra, provocando la infección. Además de las infecciones bacterianas, la cistitis también puede originarse por factores no infecciosos, como la irritación química, el uso de ciertos productos de higiene, tratamientos médicos o condiciones subyacentes como la radioterapia o la cistitis intersticial.
Existen diferentes tipos de cistitis, la cistitis aguda es la forma más común, caracterizada por un inicio repentino y síntomas intensos. La cistitis recurrente, por otro lado, se presenta en episodios repetidos, a menudo debido a la persistencia de factores predisponentes o una infección subyacente no resuelta completamente. La cistitis intersticial, también conocida como síndrome de vejiga dolorosa, es una forma crónica de cistitis sin una causa bacteriana identificable, y su origen es menos comprendido.
La cistitis es una condición médica importante que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen.
¿Cuáles son los síntomas de la cistitis?
La cistitis se define por un cuadro clínico característico de dolor o escozor miccional, frecuencia miccional muy aumentada y escasa (polaquiuria), sensación permanente de deseo miccional (tenesmo) y a veces orina sanguinolenta (hematuria). El cuadro cursa siempre sin fiebre.
Si hay fiebre, indica que además otro órgano está afectado. En un varón puede ser la próstata el órgano afectado. El cuadro se denomina prostatitis aguda.
Si el órgano afectado es el riñón, el cuadro se denomina pielonefritis aguda y se caracteriza por fiebre, escalofríos, dolor lumbar, malestar..., acompañado de bacteriuria significativa.
Síntomas más frecuentes de la cistitis
- Ardor, dolor o escozor al orinar.
- Frecuencia miccional muy aumentada.
- Sensación permanente de deseo miccional.
- Orina sanguinolenta.
¿Tiene alguno de estos síntomas?
Puede que presente una cistitis
¿Cuáles son las causas de cistitis?
Los gérmenes habituales proceden de las heces (enterobacterias). El protagonista absoluto es el Escherichia Coli, responsable del 85% de las infecciones no complicadas en mujeres sexualmente activas, del 70% de las infecciones no complicadas del adulto y del 50% de las infecciones hospitalarias.
Después del E. Coli, los gérmenes más comunes son: Proteus, Klebsiella, Enterobacter, Citrobacter, Pseudomona, Serratia, Stafilococo Streptococo Faecalis y, especialmente, el Stafilococo Saprofíticus (15% de las infecciones en mujeres sexualmente activas).
¿Cuáles son los factores de riesgo de la cistitis?
Hay factores demográficos (pobreza, ambiente nosocomial -hospitalario-, embarazo), urológicos (sondas, anomalías, cálculos, obstrucción), médicos (diabetes, inmunosupresión) y de comportamiento (los anticonceptivos tipo barrera aumentan cuatro veces el índice de infección, el riesgo aumenta 40 veces en la mujer sexualmente activa) que facilitan la infección urinaria.
A pesar de ello, hay situaciones en las que la predisposición es más importante:
- Diabetes.
- Embarazo: incluye un riesgo mayor de bacteriuria asintomática que, si no se trata, puede provocar pielonefritis en el último trimestre.
- Infección en niños y reflujo vésico-renal.
- Litiasis infecciosa: los cálculos de estruvita son consecuencia de infección. La infección no desaparecerá mientras los cálculos no se eliminen.
- Obstrucción: el factor de riesgo más importante. Permite un mayor crecimiento y penetración intrarenal de los gérmenes y es decisivo en la destrucción renal.
¿Cómo se diagnostica la cistitis?
Para considerar que existe una cistitis, el crecimiento de bacterias en el cultivo de orina debe demostrar bacteriuria significativa. Después, es necesario identificar la localización anatómica de la infección, utilizando los síntomas clínicos y, si es necesario, exploraciones complementarias.
Por último, hay que indicar si se trata de una:
- Primoinfección o infección aislada.
- Infección no resuelta.
- Infección recurrente: bien por persistencia bacteriana o mucho más frecuentemente por reinfección, que se define por 2 cistitis sintomáticas en menos de 6 meses o más de 3 en 12 meses.
¿Cómo se trata la cistitis?
El tratamiento de la cistitis depende de la causa subyacente y de la gravedad de la infección, y puede variar desde la administración de antibióticos hasta medidas de autocuidado y cambios en el estilo de vida.
Tratamiento antibiótico de la cistitis
El tratamiento estándar para la cistitis bacteriana es la administración de antibióticos. Los médicos seleccionan el tipo de antibiótico basado en el tipo de bacteria responsable de la infección y la resistencia bacteriana local. Entre los antibióticos más comúnmente prescritos se encuentran:
- Trimetoprim/Sulfametoxazol: Este es uno de los antibióticos más utilizados para tratar la cistitis no complicada.
- Nitrofurantoína: Eficaz para el tratamiento de infecciones del tracto urinario inferior, incluida la cistitis.
- Fosfomicina: A menudo se utiliza en una sola dosis, lo que facilita la adherencia al tratamiento.
- Fluoroquinolonas: Reservadas para casos más graves o complicados debido a su perfil de resistencia.
La duración del tratamiento con antibióticos puede variar de tres a siete días en casos no complicados, y puede extenderse en situaciones más complejas.
Medidas de autocuidado
Además del tratamiento médico, existen varias medidas de autocuidado que pueden ayudar a aliviar los síntomas de la cistitis y prevenir su recurrencia:
- Ingesta adecuada de líquidos: Beber suficiente agua puede ayudar a eliminar las bacterias del sistema urinario.
- Higiene personal: Mantener una buena higiene genital puede prevenir la entrada de bacterias en la uretra.
- Orinar con frecuencia: No retener la orina por períodos prolongados puede reducir el riesgo de infección.
- Ropa adecuada: Usar ropa interior de algodón y evitar prendas ajustadas puede ayudar a mantener la zona genital seca y reducir el riesgo de infecciones.
¿Dónde la tratamos?
EN NAVARRA Y MADRID
El Departamento de Urología
de la Clínica Universidad de Navarra
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- Cáncer de riñón
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