Toxina botulínica
"Cada vez son más las indicaciones de la toxina botulínica para mejorar problemas de hiperactividad muscular, migrañas, sialorrea o hiperhidrosis".
DRA. ROSARIO LUQUIN PIUDO ESPECIALISTA. DEPARTAMENTO DE NEUROLOGÍA
¿Qué es y para qué sirve la toxina botulínica?
La toxina botulínica es una neurotoxina elaborada por una bacteria denominada Clostridium botulinum.
La capacidad que posee la toxina botulínica para producir parálisis muscular se aprovecha desde el punto de vista clínico para tratar ciertas enfermedades neurológicas que cursan con una hiperactividad muscular.
Su uso se ha extendido no sólo en el ámbito médico, sino también en otras áreas como en la estética. La neurología es una de las especialidades médicas en la que la toxina botulínica aporta mayores beneficios terapéuticos.
Aunque existen numerosas enfermedades neurológicas potencialmente tratables con toxina botulínica, su uso más frecuente se circunscribe a algunas enfermedades caracterizadas por movimientos involuntarios, especialmente en el caso de las distonías.
Otras de las indicaciones frecuentes de la toxina botulínica es su uso para tratar la hiperhidrosis, sudoración excesiva en palmas y/o axilas.
¿Cuándo está indicada la toxina botulínica?
La infiltración local de toxina botulínica se considera el tratamiento de elección y más eficaz en la mayoría de las distonías focales. Este tipo de distonías se caracterizan por afectar a un único músculo o un grupo muscular y son las más frecuentes durante la edad adulta.
Por el contrario, el tratamiento de la distonía generalizada (distonía de torsión idiopática) es fundamentalmente farmacológico (anticolinérgicos, benzodiacepinas, neurolépticos).
El blefaroespasmo, o contracción intermitente o persistente de la musculatura orbicular de los ojos, fue la primera distonía focal tratada con la infiltración local de toxina botulínica. Otros tipos de distonías que se benefician espectacularmente de este tratamiento son la distonía cervical (torticolis espasmódica) y ciertas distonías de miembros denominadas ocupacionales (calambre del escribiente). El beneficio terapéutico en el caso de las distonías oromandibular y laríngea suele ser más discreto.
Otros trastornos neurológicos que pueden ser tratados con la infiltración local de toxina botulínica son el espasmo hemifacial, ciertos temblores y la rigidez o espasticidad.
Indicaciones más frecuentes de la toxina botulínica:
- Blefaroespasmo
- Distonías
- Hiperhidrosis
- Tortícolis
- Espasticidad tras un ictus
El efecto farmacológico de la toxina botulínica tiene lugar a nivel de la unión neuromuscular.
En esta región de transición entre el nervio periférico y el músculo se produce la liberación de acetilcolina, un neurotransmisor necesario para producir la contracción muscular.
La toxina botulínica actúa de forma local mediante el bloqueo de la liberación de acetilcolina, lo que se traduce en parálisis muscular temporal. El efecto final es una quimiodenervación temporal en la unión neuromuscular sin producir ninguna lesión física en las estructuras nerviosas.
¿Tiene alguna de estas enfermedades?
Puede que sea necesario realizarle un tratamiento con toxina botulínica
¿Cómo se realiza el tratamiento con toxina botulínica?
¿Cómo se aplica la toxina botulínica?
La técnica de aplicación de la toxina botulínica varía entre los diferentes grupos de trabajo. La medida inicial más importante para su aplicación consiste en la identificación mediante palpación de las zonas dolorosas y los músculos hiperactivos responsables de la postura distónica.
Puede ser de gran ayuda solicitar al paciente que identifique los puntos más dolorosos.
En el caso de pacientes obesos o posturas distónicas complejas, es conveniente identificar los músculos implicados mediante el registro electromiográfico.
No existe una dosis estandarizada de toxina botulínica para el tratamiento de las distonías. El beneficio clínico suele observarse durante la primera semana y la duración del efecto oscila entre 2-4 meses.
Con los tratamientos sucesivos, la dosis de toxina botulínica y los puntos de inyección se individualizan para cada paciente en función de los resultados obtenidos inicialmente. La frecuencia recomendada para sucesivas infiltraciones no debe ser inferior a 3-4 meses.
Posibles efectos secundarios de la toxina botulínica
La infiltración local de toxina botulínica en las distonías focales se considera un tratamiento seguro y eficaz, especialmente en el blefaroespasmo, tortícolis espasmódica y calambre del escribiente.
La debilidad muscular excesiva es el efecto adverso más frecuente que aparece en este tipo de tratamiento.
En el caso del blefaroespasmo, la debilidad se manifiesta por la caída, en ocasiones completa, de los párpados superiores
En el caso de la distonía cervical, la dificultad para tragar (disfagia), debilidad muscular cervical y dolor local en el punto de la inyección son los efectos secundarios más frecuentes.
La incidencia de efectos adversos relacionados con la infiltración de toxina botulínica es dosis dependiente. En general, estos efectos secundarios son leves y transitorios y no limitan la realización de sucesivas infiltraciones.
¿Dónde realizamos el tratamiento con toxina botulínica?
EN NAVARRA Y MADRID
El Departamento de Neurología
de la Clínica Universidad de Navarra
El Departamento de Neurología cuenta con una dilatada experiencia en el diagnóstico y tratamiento multidisciplinar de las enfermedades neurológicas.
Ofrecemos un diagnóstico en menos de 72h., junto con una propuesta de tratamiento personalizado y un seguimiento post consulta del paciente por parte de nuestro equipo de enfermería especializado.
Disponemos de la tecnología más avanzada para un diagnóstico preciso con equipos de vanguardia como el HIFU, dispositivos de estimulación cerebral profunda, video EEG, PET y cirugía de la epilepsia, entre otras.
¿Por qué en la Clínica?
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