Nuevo ensayo clínico para tratar arritmias y evitar embolias, sin fármacos anticoagulantes
La Clínica participa en una investigación internacional para personas que sufren arritmias y están en riesgo de sufrir un ictus. Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo que no requiere cirugía y que permite eliminar el tratamiento con anticoagulantes
8 de noviembre de 2016
Cardiólogos de la Clínica Universidad de Navarra participan en un ensayo clínico internacional dirigido a personas que sufren fibrilación auricular, con el objetivo de reducir la incidencia de accidente cerebrovascular (ictus) y suprimir los anticoagulantes.
“Se trata de un ensayo que empieza ahora y está abierto a 1.500 pacientes en diferentes países, y la Clínica es uno de los centros que realiza esta técnica desde hace más de 7 años”, explica el Dr. García Bolao, especialista del Departamento de Cardiología de la Clínica Universidad de Navarra.
La fibrilación auricular (FA) es la arritmia más frecuente y se desencadena por impulsos eléctricos descoordinados que proceden de las venas pulmonares. Este tipo de arritmia multiplica por cinco el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares (ictus), por lo que el tratamiento con anticoagulantes es necesario.
Los anticoagulantes (el más conocido es el Sintrom®) son fármacos que impiden la coagulación de la sangre, evitando la formación de trombos y embolias. Al favorecer la disolución de los coágulos una vez que se han formado, reducen la posibilidad de un accidente cerebrovascular.
Debido a sus efectos, la toma de anticoagulantes conlleva un mayor riesgo de complicaciones hemorrágicas severas. Por ese motivo, los especialistas de la Clínica realizan un tratamiento híbrido que combina dos procedimientos en una única intervención sin cirugía: la ablación (lesión) del perímetro de las venas pulmonares para el tratamiento de la fibrilación auricular (la arritmia cardíaca crónica más frecuente) y el cierre de la orejuela (apéndice de la aurícula izquierda), para evitar la salida de trombos desde el corazón.
Este tratamiento combinado consigue que el 95% de los pacientes tratados puedan suprimir la terapia de anticoagulación. De esta manera se trata la arritmia y al mismo tiempo se reduce la incidencia de accidente cerebrovascular (ictus).
El 90% de los trombos, en la orejuela
La orejuela de la aurícula izquierda es un apéndice o dilatación en forma de bolsa que desemboca cerca de las venas pulmonares. Su función principal es evitar que se quede sangre estancada en la aurícula. En pacientes con fibrilación auricular no valvular, hasta el 90% de los trombos se originan en dicha cavidad.
En personas con FA a las que se les ha implantado un dispositivo percutáneo para el cierre de la orejuela izquierda se ha visto que “el taponamiento de este apéndice ha demostrado igual eficacia que el tratamiento anticoagulante en la prevención de accidentes cerebrovasculares, evitando la necesidad a largo plazo de anticoagulación, algo especialmente importante en pacientes que presenten episodios de sangrado”, apunta el doctor García Bolao.
Testimonio de un paciente
Hace varios años Francisco Díaz, aparejador en Almansa (Albacete), se vio obligado a hacer un parón en su ajetreada vida debido a una fibrilación auricular, causante de frecuentes arritmias y de un elevado riesgo de trombos.
Esta circunstancia se tradujo en la necesidad de tomar Sintrom de por vida. Francisco, que ahora tiene 63 años, estaba muy limitado por la toma de anticoagulantes, ya que como el mismo explica “el Sintrom® crea mucha servidumbre: vivía con miedo por si me hacía una herida, tenía que vigilar constantemente lo que comía, el deporte era muy limitado…”.
Un día, mientras caminaba por la Sierra de Cazorla (Jaén), notó un dolor muy fuerte en el hombro. En el hospital le dijeron que el anticoagulante que tomaba le había provocado un derrame en esa zona. “En realidad, lo que me preocupaba era qué hubiese pasado si en vez de ser en el hombro hubiese sido en el cerebro, por ejemplo”.
A partir de ese día decidió buscar una solución alternativa al Sintrom®. Fue cuando se enteró de que un paciente de la Clínica se había sometido a esta nueva técnica y estaba feliz, por lo que decidió venir. “El doctor me propuso este novedoso procedimiento, que no requería de cirugía, con el que se conseguía solventar el problema de las arritmias y de los trombos, además de eliminar el Sintrom de por vida. Y me puse en sus manos”.
“Desde la intervención, he vuelto a nacer. Ya no vivo con miedo y tengo una vida totalmente normal”, concluye.