DICCIONARIO MÉDICO

Absceso de Brodie

¿Qué es el absceso de Brodie?

El absceso de Brodie es una forma crónica y localizada de osteomielitis subaguda que se caracteriza por la presencia de una lesión osteolítica en el hueso, generalmente rodeada por una cápsula fibrosa. Fue descrito por primera vez por el cirujano británico Sir Benjamin Collins Brodie en 1832.

Etiología y Patogénesis del Absceso de Brodie

El absceso de Brodie es una infección ósea que se desarrolla de manera insidiosa y a menudo sin los síntomas agudos típicos de la osteomielitis aguda. Las bacterias más comúnmente implicadas en el absceso de Brodie son los estafilococos, especialmente Staphylococcus aureus. Otras bacterias menos comunes pueden incluir estreptococos y bacterias gram negativas.

La infección generalmente comienza en la metáfisis de los huesos largos, como la tibia, el fémur y el húmero. Se cree que la infección puede originarse a partir de una bacteriemia transitoria que se asienta en el hueso debido a la debilidad del sistema inmunitario o a la presencia de un trauma previo que afecte la vascularización del hueso.

Síntomas del Absceso de Brodie

  • Dolor localizado: Generalmente, el dolor es el síntoma predominante, empeorando por la noche y aliviado parcialmente por el reposo.
  • Inflamación: En algunos casos, puede haber hinchazón en la región afectada.
  • Sensibilidad al tacto: La zona afectada puede ser sensible o dolorosa al tacto.
  • Ausencia de fiebre: A diferencia de la osteomielitis aguda, los pacientes con absceso de Brodie rara vez presentan fiebre o síntomas sistémicos significativos.

Diagnóstico del Absceso de Brodie

El diagnóstico del absceso de Brodie se basa en una combinación de historia clínica, examen físico y estudios de imagen. Las siguientes pruebas son fundamentales para el diagnóstico:

  • Radiografía: Puede mostrar una lesión osteolítica con bordes escleróticos bien definidos. La imagen radiográfica típica es una cavidad radiolúcida rodeada por un halo de hueso esclerótico.
  • Resonancia magnética (RM): Es la modalidad de imagen más sensible para detectar cambios óseos y la extensión de la infección en los tejidos blandos.
  • Tomografía computarizada (TC): Útil para evaluar la estructura ósea y planificar el tratamiento quirúrgico.
  • Biopsia ósea: Puede ser necesaria para confirmar el diagnóstico y para identificar el organismo causante mediante cultivo y estudios histológicos.

Tratamiento del Absceso de Brodie

El tratamiento del absceso de Brodie puede ser médico o quirúrgico, dependiendo de la gravedad y la respuesta inicial a los antibióticos. Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Antibióticos: La administración de antibióticos intravenosos seguida de una terapia oral prolongada puede ser efectiva. La elección del antibiótico debe basarse en los resultados del cultivo y la sensibilidad del organismo.
  • Intervención quirúrgica: En casos en los que el tratamiento antibiótico no sea suficiente, se puede requerir una intervención quirúrgica. El procedimiento típico incluye el desbridamiento del tejido infectado, el drenaje del absceso y la curetaje de la cavidad ósea.
  • Terapia adyuvante: El uso de terapias adyuvantes como el soporte nutricional y la fisioterapia puede ser beneficioso para la recuperación completa.

Pronóstico del Absceso de Brodie

El pronóstico para los pacientes con absceso de Brodie es generalmente bueno con el tratamiento adecuado. La mayoría de los pacientes responden bien a la terapia antibiótica y a la intervención quirúrgica cuando es necesaria. Sin embargo, es esencial un seguimiento a largo plazo para detectar cualquier recurrencia o complicación, como la progresión a una osteomielitis crónica.

Prevención del Absceso de Brodie

Dado que el absceso de Brodie es una forma de osteomielitis, las medidas preventivas son similares a las de otras infecciones óseas y pueden incluir:

  • Tratamiento temprano de infecciones: La atención inmediata a cualquier infección bacteriana, especialmente en niños y adolescentes, puede prevenir la diseminación a los huesos.
  • Cuidado de heridas: Una adecuada higiene y cuidado de heridas pueden prevenir la infección local que podría propagarse al hueso.
  • Control de enfermedades crónicas: Manejar adecuadamente enfermedades crónicas como la diabetes puede reducir el riesgo de infecciones osteomielíticas.

© Clínica Universidad de Navarra 2023

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