DICCIONARIO MÉDICO
Reflejo lagrimal
El reflejo lagrimal es una respuesta involuntaria y automática del organismo que se produce cuando ciertos estímulos irritan los nervios sensoriales de la córnea o la conjuntiva del ojo, dando lugar a la producción y liberación de lágrimas. Este reflejo cumple una función esencial en el mantenimiento de la salud ocular, ya que permite mantener la superficie del ojo húmeda, protegida y libre de partículas y agentes patógenos. El sistema lagrimal está compuesto por varias estructuras que trabajan en conjunto para producir, distribuir y drenar las lágrimas. Las glándulas lagrimales, ubicadas en la parte superior y externa de cada ojo, son las responsables de producir la mayor parte del líquido lagrimal. Este líquido es esencialmente una solución salina, pero también contiene enzimas, anticuerpos y otros componentes que ayudan a proteger y nutrir la superficie del ojo. Una vez producidas, las lágrimas se distribuyen por la superficie del ojo a través del parpadeo. Cada vez que parpadeamos, las lágrimas se extienden desde el ángulo interno del ojo hacia el externo, ayudando a limpiar, lubricar y nutrir la córnea y la conjuntiva. Posteriormente, las lágrimas son drenadas hacia el sistema de drenaje lagrimal, compuesto por los puntos lagrimales, los canaliculos lagrimales, el saco lagrimal y el conducto nasolagrimal, que desemboca en la cavidad nasal. El reflejo lagrimal puede ser activado por una variedad de estímulos. Uno de los más comunes es la presencia de cuerpos extraños o partículas en la superficie del ojo, como polvo, arena o pequeños insectos. Cuando estos cuerpos extraños entran en contacto con la córnea o la conjuntiva, se produce una irritación que activa los nervios sensoriales y, en respuesta, se libera una mayor cantidad de lágrimas para intentar eliminar el cuerpo extraño. Otro estímulo frecuente es la exposición a sustancias irritantes, como el humo, productos químicos, cebolla cortada o viento fuerte. Estos agentes pueden causar una sensación de ardor o picazón en los ojos, lo que a su vez provoca un aumento en la producción lagrimal. También, ciertas emociones intensas, como el llanto, pueden activar el reflejo lagrimal. Aunque en este caso, la respuesta no es causada por una irritación directa de los ojos, sino por una compleja interacción entre el sistema nervioso y las glándulas lagrimales. En el contexto clínico, el reflejo lagrimal puede ser evaluado como parte de un examen oftalmológico para determinar la salud y funcionalidad del sistema lagrimal. En algunos casos, puede ser necesario medir la cantidad de lágrimas producidas o evaluar la calidad de las mismas. Una producción insuficiente de lágrimas o una composición anormal del líquido lagrimal pueden dar lugar a condiciones como el ojo seco, que se manifiesta con síntomas como ardor, picazón, sensación de cuerpo extraño en el ojo y visión borrosa. Existen diversas patologías y condiciones que pueden afectar el reflejo lagrimal. Algunas personas pueden presentar una producción excesiva de lágrimas, conocida como epífora, mientras que otras pueden tener dificultades para producir suficientes lágrimas, lo que da lugar al ya mencionado síndrome de ojo seco. También, ciertas condiciones neurológicas o lesiones en los nervios que inervan las glándulas lagrimales pueden alterar la capacidad del ojo para responder adecuadamente a los estímulos. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Cuál es el reflejo lagrimal?
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