Shunt

¿Qué es shunt?

El término médico "shunt" tiene origen en la lengua inglesa y se emplea para describir una diversidad de circunstancias que comparten un principio común, el desvío o la alteración de la circulación normal de un fluido, como puede ser la sangre o el líquido cefalorraquídeo, desde un área a otra. Este concepto, de amplio uso en el campo de la medicina, tiene implicaciones en múltiples especialidades, incluyendo la cardiología, la neurología y la cirugía vascular, entre otras.

En el contexto de la cardiología, el shunt se refiere a una comunicación anómala entre dos estructuras cardiacas que normalmente deberían estar separadas. El resultado de este tipo de shunt, que puede ser congénito o adquirido, es la mezcla de sangre oxigenada con sangre desoxigenada, lo que puede causar hipoxia y cianosis, dependiendo del volumen y la dirección del flujo sanguíneo. Existen diversos tipos de shunt cardíacos, como el defecto del septo auricular, el defecto del septo ventricular y la persistencia del conducto arterioso, entre otros, cada uno con su propio conjunto de implicaciones clínicas, diagnósticas y terapéuticas.

Por otro lado, en la neurología y la neurocirugía, el término shunt se utiliza para describir un sistema de derivación que se coloca para tratar condiciones como la hidrocefalia. En estos casos, un shunt, que es un tubo flexible, se inserta quirúrgicamente en el sistema ventricular del cerebro para desviar el exceso de líquido cefalorraquídeo hacia otra parte del cuerpo, como el abdomen o la aurícula del corazón, donde puede ser reabsorbido. Los shunts cerebrales, aunque salvadores de vidas, no están exentos de complicaciones, que incluyen infecciones, obstrucciones y sobrederivación.

Además, en el campo de la cirugía vascular y la gastroenterología, se pueden crear shunts quirúrgicamente para aliviar la hipertensión portal en pacientes con cirrosis hepática. Un shunt portosistémico, por ejemplo, puede desviar la sangre del sistema venoso portal al sistema venoso sistémico, evitando el hígado y aliviando la presión sobre las venas portales. Sin embargo, este tipo de intervención puede tener como consecuencia la encefalopatía hepática debido a la derivación de sustancias tóxicas que normalmente se metabolizan en el hígado.

El diagnóstico de un shunt requiere una cuidadosa evaluación clínica y el uso de diversas modalidades de imagen, como la ecografía Doppler, la tomografía computarizada, la resonancia magnética y en algunos casos, la angiografía. El tratamiento depende de la naturaleza del shunt, la edad y el estado general de salud del paciente, entre otros factores. 

El término médico "shunt" tiene origen en la lengua inglesa y se emplea para describir una diversidad de circunstancias que comparten un principio común, el desvío o la alteración de la circulación normal de un fluido, como puede ser la sangre o el líquido cefalorraquídeo, desde un área a otra. Este concepto, de amplio uso en el campo de la medicina, tiene implicaciones en múltiples especialidades, incluyendo la cardiología, la neurología y la cirugía vascular, entre otras.

En el contexto de la cardiología, el shunt se refiere a una comunicación anómala entre dos estructuras cardiacas que normalmente deberían estar separadas. El resultado de este tipo de shunt, que puede ser congénito o adquirido, es la mezcla de sangre oxigenada con sangre desoxigenada, lo que puede causar hipoxia y cianosis, dependiendo del volumen y la dirección del flujo sanguíneo. Existen diversos tipos de shunt cardíacos, como el defecto del septo auricular, el defecto del septo ventricular y la persistencia del conducto arterioso, entre otros, cada uno con su propio conjunto de implicaciones clínicas, diagnósticas y terapéuticas.

Por otro lado, en la neurología y la neurocirugía, el término shunt se utiliza para describir un sistema de derivación que se coloca para tratar condiciones como la hidrocefalia. En estos casos, un shunt, que es un tubo flexible, se inserta quirúrgicamente en el sistema ventricular del cerebro para desviar el exceso de líquido cefalorraquídeo hacia otra parte del cuerpo, como el abdomen o la aurícula del corazón, donde puede ser reabsorbido. Los shunts cerebrales, aunque salvadores de vidas, no están exentos de complicaciones, que incluyen infecciones, obstrucciones y sobrederivación.

Además, en el campo de la cirugía vascular y la gastroenterología, se pueden crear shunts quirúrgicamente para aliviar la hipertensión portal en pacientes con cirrosis hepática. Un shunt portosistémico, por ejemplo, puede desviar la sangre del sistema venoso portal al sistema venoso sistémico, evitando el hígado y aliviando la presión sobre las venas portales. Sin embargo, este tipo de intervención puede tener como consecuencia la encefalopatía hepática debido a la derivación de sustancias tóxicas que normalmente se metabolizan en el hígado.

El diagnóstico de un shunt requiere una cuidadosa evaluación clínica y el uso de diversas modalidades de imagen, como la ecografía Doppler, la tomografía computarizada, la resonancia magnética y en algunos casos, la angiografía. El tratamiento depende de la naturaleza del shunt, la edad y el estado general de salud del paciente, entre otros factores. 

En el marco de la Anestesiología, un shunt pulmonar es una condición en la que hay un tránsito de sangre que no participa en la oxigenación, fenómeno que puede surgir como consecuencia de enfermedades como la neumonía o el síndrome de dificultad respiratoria aguda.

© Clínica Universidad de Navarra 2023