DICCIONARIO MÉDICO
Tiroides
La tiroides es una glándula endocrina situada en la parte anterior y central del cuello, justo debajo de la laringe y a ambos lados de la tráquea. Con forma de mariposa, la glándula tiroides está compuesta por dos lóbulos conectados por un estrecho istmo. La función principal de la tiroides es producir y secretar hormonas tiroideas, como la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3), que desempeñan un papel crucial en la regulación del crecimiento, desarrollo y metabolismo del cuerpo. La producción y liberación de hormonas tiroideas está controlada por un sistema de retroalimentación que involucra al hipotálamo y a la glándula pituitaria en el cerebro. El hipotálamo libera hormona liberadora de tirotropina (TRH), que estimula a la glándula pituitaria para producir y secretar hormona estimulante de la tiroides (TSH). La TSH, a su vez, actúa sobre la glándula tiroides para regular la síntesis y liberación de hormonas tiroideas. Los niveles de hormonas tiroideas en el torrente sanguíneo se mantienen dentro de un rango estrecho gracias a este sistema de retroalimentación. Las hormonas tiroideas T3 y T4 son esenciales para el crecimiento y desarrollo normal, especialmente del sistema nervioso central durante la vida fetal y la infancia temprana. Además, las hormonas tiroideas afectan el metabolismo celular y energético, modulando la función de prácticamente todos los sistemas orgánicos, incluyendo el sistema cardiovascular, gastrointestinal, muscular y nervioso. Existen diversas afecciones que pueden afectar el funcionamiento normal de la glándula tiroides. Las enfermedades tiroideas se clasifican en función de si la glándula está produciendo demasiada hormona (hipertiroidismo) o muy poca hormona (hipotiroidismo). Algunas de las causas más comunes de hipertiroidismo incluyen la enfermedad de Graves, el bocio multinodular tóxico y los adenomas tiroideos productores de hormonas. El hipotiroidismo puede ser causado por la tiroiditis de Hashimoto, la deficiencia de yodo, la tiroiditis posparto, entre otras condiciones. Además, la glándula tiroides puede verse afectada por el crecimiento anormal de nódulos benignos o malignos, conocidos como nódulos tiroideos. Si bien la mayoría de los nódulos tiroideos son benignos, un pequeño porcentaje puede ser canceroso, requiriendo evaluación y tratamiento adecuados. El diagnóstico y tratamiento de las enfermedades tiroideas involucra una combinación de pruebas clínicas, de laboratorio e imagenológicas, así como intervenciones médicas, radioterapéuticas o quirúrgicas, según la causa subyacente y la gravedad de la afección. Los tratamientos farmacológicos pueden incluir medicamentos que suprimen o aumentan la producción de hormonas tiroideas, mientras que las terapias con yodo radiactivo se utilizan en casos seleccionados de hipertiroidismo y cáncer de tiroides. La cirugía, como la tiroidectomía parcial, subtotal o total, puede ser necesaria en casos de crecimiento anormal de la glándula tiroides, nódulos sospechosos, malignos o síntomas compresivos, así como en situaciones en las que otros tratamientos no han sido eficaces o están contraindicados. Es fundamental un seguimiento médico adecuado y periódico en pacientes con enfermedades tiroideas, ya que el tratamiento y la monitorización pueden variar a lo largo del tiempo, dependiendo de la evolución de la afección y la respuesta al tratamiento. Las pruebas de función tiroidea, como la medición de los niveles séricos de TSH, T3 y T4 libre, son herramientas importantes para evaluar la eficacia del tratamiento y ajustar las dosis de medicamentos, si es necesario. © Clínica Universidad de Navarra 2023¿Qué es el tiroides?
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